31 agosto 2014

Baila, baila, baila, de Haruki Murakami


Novela muy buena esta de Haruki Murakami, como todas las suyas que he leído. En ella, su protagonista siente que no pertenece a nada ni a nadie: redactor freelance, divorciado, con un pasado tormentoso que apenas se nos revela pero que intuimos, siente la necesidad de regresar al Hotel Delfín para ajustar cuentas con ese pasado. El misterioso otro mundo -característico de la obra de Murakami- le dará pistas que deberá seguir para encontrar las respuestas. Aunque el Hotel Delfín ha sido derribado y han construido otro, moderno y lujoso, en su lugar que mantiene su nombre, será determinante en el cumplimiento de su destino. A destacar los personajes además del protagonista: el amigo actor, la niña a la que intenta proteger, los padres de ésta, la recepcionista y las dos prostitutas asesinadas. Lectura muy recomendable.

La gente se muere así, sin más, continuamente. La vida es mucho más frágil de lo que crees. Por lo tanto, debemos tratar a los demás de manera que, a su muerte, no nos queden remordimientos. Con justicia y, a ser posible, honradez. A mí no me cae bien la gente que, sin haber hecho nunca el esfuerzo, cuando alguien muere llora y se arrepiente. No, no los soporto. (pág. 362)

También me ha gustado el conocimiento que el autor demuestra de la música, concretamente de las principales figuras del rock y del jazz. No hay que olvidar que regentó durante varios años un club de jazz:

Bruce Springsteen cantó Hungry Heart. Un buen tema. El mundo todavía no se había echado a perder del todo. "Un buen tema", comentó el locutor. Me mordí las uñas, contemplé el cielo. (pág. 290)


29 agosto 2014

Centenario del nacimiento de Julio Cortázar


El pasado día 26 se cumplieron cien años del nacimiento de Julio Cortázar [Leer más], fabuloso autor de obras como Rayuela, y de cuentos como La autopista del sur, del que hemos escrito ampliamente en este blog en otras ocasiones. Para recordarlo, vamos a reproducir su definición de amor, con la que coincidimos plenamente:

Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. 
                                                    (Fragmento del capítulo 93 de Rayuela)

22 agosto 2014

Centenario de Nicolás Estévanez

El pasado día 19 se conmemoró el centenario del fallecimiento de Nicolás Estévanez [Leer más], escritor canario perteneciente a la Escuela Regionalista Canaria, autor del poema Canarias, uno de cuyos fragmentos reproducimos a continuación.

VII


La patria es una peña,
la patria es una roca,
la patria es una fuente,
la patria es una senda y una choza.

Mi patria no es el mundo;
mi patria no es Europa;
mi patria es de un almendro
la dulce, fresca, inolvidable sombra.

A veces por el mundo
con mi dolor a solas
recuerdo de mi patria
las rosadas, espléndidas auroras.

A veces con delicia
mi corazón evoca,
mi almendro de la infancia,
de mi patria las peñas y las rocas.

Y olvido muchas veces
del mundo las zozobras,
pensando de las islas
en los montes, las playas y las olas.

A mí no me entusiasman
ridículas utópias,
ni hazañas infecundas
de la razón afrenta, y de la Historia.

Ni en los Estados pienso
que duran breves horas,
cual duran en la vida
de los mortales las mezquinas obras.

A mí no me conmueven
inútiles memorias,
de pueblos que pasaron
en épocas sangrientas y remotas.

La sangre de mis venas,
a mí no se me importa
que venga del Egipto
o de la razas célticas y godas.

Mi espíritu es isleño
como las patrias rocas,
y vivirá cual ellas
hasta que el mar inunde aquellas costas.

La patria es una fuente,
la patria es una roca,
la patria es una cumbre,
la patria es una senda y una choza.

La patria es el espíritu,
la patria es la memoria,
la patria es una cuna,
la patria es una ermita y una fosa.

Mi espíritu es isleño
como las patrias costas,
donde la mar se estrella
en espumas rompiéndose y en notas.

Mi patria es una isla,
mi patria es una roca,
mi espíritu es isleño
como los riscos donde vi la aurora.


 

Mientras maduran las naranjas, de Cecilia Domínguez Luis


Me he leído esta obra de un tirón: además de ser breve -ciento cuarenta páginas-, resulta conmovedora e invita a continuar leyendo hasta el final. Se trata de la historia de Sara, una niña a la que la vida le cambia cuando tiene ocho años (muere su padre y ella, su madre y su hermana se trasladan de domicilio a otro punto de la isla de Tenerife, más cerca de sus tíos y primos) y a la que le vuelve a cambiar dos años después (se declara la Guerra Civil). Con una inocencia propia de una niña, la autora narra la peripecia familiar de Sara, su madre, su hermana Lupe y sus tíos, que son detenidos cuando se produce el golpe de estado contra la República en 1936 y comienza la Guerra Civil. La niña nota cómo cambian las cosas y aprende a escuchar y a interpretar los signos de esa realidad cambiante y lo que no entiende se lo pregunta a su hermana, unos pocos años mayor que ella. Se nos proporcionan informaciones sobre las represalias, las humillaciones y las limitaciones a las que son sometidos los miembros del bando de los vencidos, pero se hace sin ira, con incomprensión, ya que la niña no comprende qué está pasando aunque sufra sus consecuencias. A destacar el proceso de maduración de la protagonista y el inmenso amor de su madre que intenta protegerla en esa situación extrema que les toca vivir.
La novela me recuerda a la que escribió Nivaria Tejera sobre el mismo tema, El barranco [Leer más]. El título procede de un verso del poema Pedro García Cabrera titulado "El reloj de mi cuerpo", perteneciente al libro Entre la guerra y tú. Lectura recomendable. 

19 agosto 2014

Caín, de José Saramago


Tras la lectura de El ensayo de la ceguera, que me transmitió angustia, tenía cierta prevención a elegir otra obra de José Saramago; pero me decidí por Caín y he sentido todo lo contrario. Se trata de una feroz crítica a algunos episodios del Antiguo Testamento, realizada con un humor y una ironía sublimes. Hay veces en que provoca la carcajada del lector -especialmente en el capítulo destinado a la expulsión de Adán y Eva del Jardín del Edén- analizando de manera realista los datos, viéndolos desde la perspectiva actual e imprimiendo a los diálogos una agilidad y una gracia magistrales. El argumento es el siguiente: tras cumplir con su terrible destino, esto es, asesinar a su hermano Abel, Caín presencia acontecimientos contemporáneos y posteriores a su tiempo cronológico que le hacen poner en duda la bondad de Dios: la construcción de la Torre de Babel, el sacrificio por parte de Abraham de su hijo Isaac, la puesta a prueba de la fe de Job, la destrucción de Sodoma y Gomorra, la construcción del arca de Noé.... A destacar las conversaciones entre Caín y Dios. Lectura absolutamente recomendable.

16 agosto 2014

El coronel no tiene quien le escriba, de Gabriel García Márquez


He releído esta novela de García Márquez y me ha vuelto a parecer magnífica: el estilo -preciso, puro-, los personajes -el coronel, su esposa, el compadre Sabas, el médico-, el ritmo, el narrador omnisciente, el espacio, el tiempo -presente y pasado-, el argumento y, sobre todo, el final contribuyen a que así sea. Se trata de una historia de dignidad, injusticia y violencia: un  viejo coronel retirado va al puerto todos los viernes a esperar la llegada de la carta oficial que responda a la justa reclamación de sus derechos por los servicios prestados a la patria. Pero la patria permanece muda... Aparecen como parte de la trama la esposa asmática, el hijo asesinado por pasar documentación clandestina, el gallo de éste que puede aportarles una holgura económica de la que carecen si gana una pelea, la falta de dinero para cubrir sus necesidades básicas que llevan con asombrosa dignidad, la indignidad de su compadre que no dudó en venderse para medrar, etc. Lectura absolutamente recomendable.

"Y mientras tanto qué comemos", preguntó, y agarró al coronel por el cuello de franela. Lo sacudió con energía.
-Dime, qué comemos.
El coronel  necesitó setenta y cinco años -los setenta y cinco años de su vida, minuto a minuto- para llegar a este instante. Se sintió puro, explícito, invencible, en el momento de responder:
-Mierda.

14 agosto 2014

Homenaje a Robin Williams

Me gustaría rendir un homenaje al actor recientemente fallecido, Robin Williams, al que siempre recordaremos como el profesor de literatura protagonista de la película El club de los poetas muertos (1989) [Leer más]. ¡Ya me gustaría manifestar esa pasión en la enseñanza de esta bellísima materia como lo hacía él en esa inolvidable película!


He aquí el poema de Walt Whitman que aparece en la película y cuyo primer verso recitan en la escena que acabamos de ver:

¡Oh Capitán! ¡Mi Capitán! Nuestro temeroso viaje esta hecho;el buque tuvo que sobrevivir a cada tormenta,el premio que buscamos esta ganado;el puerto está cerca, escucho las campanas, todo el mundo está exultante,mientras siguen con sus ojos la firme quilla, el barco severo y desafiante:
Pero ¡Oh corazón!¡Corazón!¡Corazón!
oh, las lágrimas se tiñen de rojo,
mi Capitán está sobre la cubierta,
caído muerto y frío.
¡Oh capitán! ¡Mi capitán! Levántate y escucha las campanas;levántate, izan la bandera por ti, por ti suenan las cornetas;por ti ramos y cintas de coronas, por ti se amontonan en las orillas;Por ti te llama la influyente masa, giran sus rostros impacientes;
¡Aquí Capitán!¡Querido padre!
Este brazo bajo tu cabeza;
Es como un sueño sobre la cubierta,
Has caído muerto y frío.
Mi capitán no responde, sus labios están pálidos e inmóviles;Mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad;El barco está anclado sano y salvo, el viaje ha terminado y se ha hecho;De un viaje temeroso, el barco triunfador, entra con su objetivo realizado;
Exultamos, ¡oh costas y tañidos, oh campanas!
Pero yo, con triste pisada
Camino en cubierta donde está mi Capitán
Caído muerto y frío.

12 agosto 2014

Dos lugares de excepción

Hace unos días he tenido ocasión de visitar dos lugares de excepción: la Casa Fernando Pessoa y la Fundaçáo José Saramago, ambos en Lisboa.

La Casa Fernando Pessoa se inauguró en 1993 y fue creada por el Ayuntamiento de Lisboa como un tributo a este escritor y a su memoria de la ciudad donde nació (1888), vivió la mayor parte de su vida y murió (1935). Considerado como el mejor poeta portugués del siglo XX y uno de los más destacados creadores de la literatura mundial [Leer más] residió en diversas casas en Lisboa, la última de las cuales fue aquella donde vivió durante más tiempo: desde 1920 hasta su muerte. En la actualidad este museo cuenta con un auditorio, una sala de exposiciones, un espacio multimedia interactivo, la habitación del poeta con algunos de sus muebles (la cama, una cómoda, su máquina de escribir, un perchero con su ropa y estantes de su biblioteca), un jardín, un restaurante, una tienda de objetos de recuerdo y una biblioteca dedicada exclusivamente a la poesía. La visita es realmente fascinante y absolutamente recomendable.

La Fundaçáo José Saramago está ubicada en la Casa do Bicos y ocupa dos pisos del edificio, que en su planta baja acoge un núcleo arqueológico. Resulta emocionante entrar en el espacio dedicado al escritor Premio Nobel y residente durante largas temporadas en Lanzarote [Leer más] y encontrar paneles escritos en español, además de en portugués e inglés, escuchar la voz de Francisco Lobatón rememorando aspectos de la infancia de Saramago, contemplar las paredes llenas de sus libros publicados en diversos idiomas, imágenes de su vida y de su trayectoria, y oír folías de Lanzarote como música de fondo. También se recrea el primer estudio del escritor con sus muebles originales. En el último panel se habla de su muerte, de cómo fue homenajeado por sus lectores de todo el mundo y del lugar donde reposan sus cenizas: bajo un olivo traído de su localidad natal que está plantado en la entrada del edificio, cuya imagen reproducimos.