27 mayo 2022

Reseña de 'La oscura historia de la prima Montse', de Juan Marsé

 


Juan Marsé posee un magistral dominio del lenguaje y así lo demuestra en esta novela escrita en 1970, cuyo argumento se desarrolla en 1960. La historia de la relación de Montserrat Claramunt y el presidiario Manuel se narra desde los puntos de vista de Paco Bodegas, primo de la protagonista, de un narrador omnisciente y de un alter ego del propio Marsé. La crítica que realiza el autor a la burguesía catalana -su hipocresía, su soberbia, su puritanismo, su clasismo, su falsa caridad- y a la religión católica -sus excesos y sus contradicciones- es feroz, pero la lleva a cabo con una ironía tal que, a pesar de algunas situaciones duras que tienen lugar a lo largo del relato, logra provocar la risa, como en la puesta de largo de Nuria reseñada al estilo de la crónica social de la revista  Hola. Esta ironía consigue tapar la tragedia que se anticipa desde el comienzo de la novela, pero esta alcanza tal magnitud que deja al lector sumido en la impotencia más absoluta ante el previsible desenlace. Hay pasajes memorables, como los dedicados a los cursillos de cristiandad a los que acude Manuel por sugerencia de su protectora, o el mansplaining del tío Luis cuando quiere convencer a su hija de que no está actuando bien, que está traspasando los límites en su asistencia al presidiario, cuando en realidad ella sabe muy bien lo que hace ya que lleva mucho tiempo ejerciendo su labor de visitadora. Los personajes son los propios del universo Marsé: burgueses adinerados, proletarios, presidiarios, parados, arribistas y perdedores. Y el estilo que utiliza es también el acostumbrado: retrospecciones, anticipaciones, uso de la segunda persona, descripciones muy elaboradas, hipotaxis, etc. Lectura imprescindible, especialmente para los devotos de Marsé. 

19 mayo 2022

Pódcast de 'Celia en la revolución', de Elena Fortún

Magnífico el pódcast de 'Celia en la revolución', ficción sonora de Onda Cero basada en la novela homónima de Elena Fortún [Escuchar el pódcast]. Tanto la adaptación -realizada por Carlos Alsina- como la interpretación y la ambientación se caracterizan por su calidad. En esta obra asistimos al peregrinar de Celia, una adolescente de 15 años, nieta de un general e hija de un comandante -ambos del ejército republicano-, durante la Guerra Civil española: Segovia, Madrid, Valencia, Barcelona, Madrid y Valencia, donde la dejamos esperando embarcar con destino a Marsella. A lo largo de este recorrido va perdiendo miembros de su familia, víctimas de ambos bandos: unos mueren fusilados -como su abuelo, su primo Gerardo y su tía Luisa-, otros huyen en busca de refugio -sus hermanas pequeñas, su asistenta Valeriana y su padre- y alguno muere en combate, como Jorge, con el que ha iniciado un incipiente noviazgo. Y también va perdiendo la inocencia y la ilusión. Celia habla de la revolución, que no de la guerra, con total imparcialidad: ya no sabe quién es bueno y quién es malo, y desde ambos bandos recibe críticas y decepciones. Ella lo único que quiere es reunirse con su familia, cuidar de su padre y de sus dos pequeñas hermanas y disfrutar de paz. Hay episodios duros, como el bombardeo de Talavera o la historia de una madre a la que no dejan ir a recoger a su hijo recién nacido al que había dejado durmiendo en casa cuando salió a llevarle la comida a su marido; y también personajes reales como Isabel, la hermana de García Lorca a la que no saben cómo decirle que el poeta había sido fusilado. Cuando terminamos de escuchar el pódcast -que recomendamos vivamente- nos hemos planteado por qué esta novela no ha tenido mayor repercusión, no solo por su calidad sino también por ser una de las primeras que tratan el tema de la Guerra Civil española desde la imparcialidad. 

16 mayo 2022

Reseña de '"Cometierra", de Dolores Reyes

 

Relato sobre los feminicidios, las muertes por violencia de género y las desapariciones, que tiene como punto de arranque el entierro de una mujer asesinada por su marido después de sufrir su violencia durante años. Su pequeña hija se resiste a separarse de la madre muerta, arranca trozos de la tierra que la cubre y cuando se los mete en la boca tiene visiones que le permiten saber que fue su padre el que la mató: "Veo los golpes aunque no los sienta. La furia de los puños hundiéndose como pozos en la carne. Veo a papá, manos iguales a mis manos, brazos fuertes para el puño, que se enganchó en tu corazón y en tu carne como un anzuelo. Y algo, como un río, que empieza a irse". A partir de ese momento, Cometierra -como empiezan a llamarla- será requerida para encontrar a desaparecidos vivos o para averiguar cómo murieron. Lo único que tiene que hacer para lograrlo es comer tierra que ellos pisaron, motivo por el que los alrededores de su casa se llenan de botellas de tierra con los nombres de aquellos de los que nunca más se supo. Así averigua cómo murió Ana, su maestra; encuentra a María, secuestrada por un herrero; localiza el cadáver de una muchacha ahogada; descubre al asesino de un niño, que resulta ser su propio padre; confirma la muerte por accidente de otro niño; y delata al asesino de un amigo suyo y de su hermano. Todo esto le cuesta un verdadero sufrimiento, hasta el punto de que llega un momento en el que necesita "terminar con la tierra". 

Sobrecoge la desesperación de los familiares de los desaparecidos -desaparecidas en su inmensa mayoría- que solicitan la intervención de Cometierra para encontrarlos, conocedores del desinterés y la ineficacia de las autoridades para hacerlo. De hecho, uno de los que acuden a ella para encontrar a una familiar es un policía, consciente de la inoperancia de sus superiores y de sus compañeros para resolver el caso. La protagonista no puede atender todas las peticiones, por lo que se ve en la obligacion de elegir a quién encontrar y esto se le hace muy difícil, cada día más. Las mujeres son objeto de todo tipo de violencia, según denuncia este relato protagonizado por una niña que se convierte en adolescente y se queda sola con su hermano algo mayor que ella, ya que su madre muere, su padre huye y su tía los abandona tras un breve tiempo en que los tiene a su cargo. El vínculo entre los hermanos es muy estrecho y su vida se desarrolla en una especie de comunidad formada por ellos dos y por los amigos de su hermano, jóvenes que disfrutan jugando a la play, escuchando música, bailando y bebiendo cerveza, todo ello en un barrio donde la pobreza, la violencia y la marginalidad están a la orden del día.

Destaca el lenguaje empleado por los personajes, conciso y contundente, reflejo del que usan los jóvenes, que la autora es capaz de reproducir en la novela. Y la técnica que utiliza esta, como son el empleo de distintos puntos de vista (relato en segunda y en primera persona) o la despersonalización de algunos personajes femeninos -Cometierra, Miseria- que no tienen nombre. Lectura muy recomendable.