28 marzo 2011

Medio pan y un libro

Alocución de Federico García Lorca al pueblo de Fuente Vaqueros (Granada) en septiembre de 1931:

"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. «Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre», piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.

Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada. No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.

Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?

¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: «amor, amor», y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: «¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!». Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida. Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: «Cultura». Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz".

Ante este bello texto sobran las palabras.

25 marzo 2011

Ya no me acuerdo

Queridos alumnos: busquen todas las figuras literarias o recursos expresivos que aparecen en la letra de esta preciosa canción.

Ahí va la letra:

Esta mañana
Ya no me acordaba
Cómo tocaban mis dedos
Esa guitarra que era
Para mí tu cuerpo
Ya no me acordaba lo que sentía
Cuando acariciaba tu pelo
Ya no me acuerdo
Si tus ojos eran marrones o negros
Como la noche o como el día
Que dejamos de vernos
Sólo recuerdo que llovía y que quedamos
En la parada del metro
Pero haciendo un gran esfuerzo,
Aún veo tu mirada
En cada espejo de cada ascensor
Donde cada noche
Me sube hasta el cielo
De moteles invernadero
Donde se jura algo tan efímero…
Ya no me acuerdo
Ni de tu risa
Ni de tu prisa
Por darme un beso
Ni qué botón
De tu camisa
Desabrochaba primero.
Ni qué rumba me bailabas
Cuando querías robarme el sueño
Dicen que el tiempo y el olvido
Son como hermanos gemelos
Que vas echando de más
Lo que un día echaste de menos
Yo qué culpa tengo
Si ya no me acuerdo
Pero haciendo un gran esfuerzo,
Aún veo tu mirada
En cada espejo de cada ascensor
Donde cada noche
Me sube hasta el cielo
De moteles invernadero
Donde se jura algo tan efímero
Y tan eterno,
Ya no me acuerdo,
Ya no me acuerdo.

Caligrafía de los sueños, Juan Marsé

He leído la última novela de Marsé y es genial. Me ha gustado muchísimo. Trata de un adolescente -Ringo- que nos cuenta cosas de su vida y de los que le rodean. El final es sorprendente: nada es lo que parece. Transmite al lector un sentimiento de fracaso, común al resto de sus novelas. Los sueños nunca se pueden materializar, siempre pasa algo que lo impide. La realidad hace su aparición desbaratándolo todo. Novela imprescindible.

24 marzo 2011

Las novelas ejemplares

Aquí reproduzco un "truco" para recordar el título de las novelas ejemplares de Cervantes. Se le ocurrió a Antonella, alumna de 1º de Bachillerato A:
La gitanilla le pasó La ilustre fregona a El licenciado Vidriera, porque Las dos doncellas se fueron a El coloquio de los perros, ya que no las invitaron a El casamiento engañoso porque había Fuerza de la sangre y se puso El extremeño celoso.
A su vez El casamiento engañoso era entre La señora Cornelia y su Amante liberal, ella era una Española inglesa y la madre de Rinconete y Cortadillo.

22 marzo 2011

Premio Alfaguara

El escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez ha ganado el prestigioso Premio Alfaguara en su edición número XIV con la obra titulada El ruido que hacen las cosas al caer, que saldrá publicada en mayo.

19 marzo 2011

Falleció Josefina Aldecoa

Josefina Aldecoa (La Robla, León, 1926) murió esta pasada semana en Las Magnolias, su casa próxima a Santander. La escritora, que llevaba meses retirada de la vida pública debido a su delicado estado de salud, sufrió una insuficiencia respiratoria y falleció poco después. Tenía 85 años.
El pasado 8 de marzo la autora de Historia de una maestra recibía la medalla de la igualdad que entrega el Ministerio de Sanidad pero su frágil salud le impidió recogerla personalmente. La escritora tenía ya casi todos los premios.
La narrativa de Josefina, una de las escritoras que mejor han reflejado la sensibilidad femenina, tuvo su punto clave con la publicación de la trilogía Mujeres de Negro y su obra Historia de una maestra, basada en parte en la vida de su madre y en la obra que realizaron los maestros en los años de la República. Este libro se ha convertido en un referente para muchos docentes y es un título habitual en las librerías españolas.
Casada con Ignacio Aldecoa (del que tomó el apellido, porque ella en realidad se apellidaba Rodríguez), la pareja formaba parte de lo que se conoció como los niños de la guerra. Gran amiga de Rafael Sánchez Ferlosio, Carmen Martín Gaite, Ana María Matute y Rafael Azcona, su narrativa se movió entre el intimismo y el costumbrismo.
Leí su obra Historia de una maestra y me cautivó; de hecho, incluí una cita de ella en mi Memoria de Funcionaria en Prácticas porque destilaba amor a la docencia, algo con lo que me identifico de veras: no hay nada más emocionante que ver cómo tus alumnos progresan. Te sientes parte de ese proceso de aprendizaje y te enorgullece comprobar cómo han podido avanzar en la adquisición y mejora de tu materia aferrados a tu mano aun a su pesar. Supone una experiencia muy gratificante.
Su última obra, Hermanas, en cambio, no me gustó nada: era superficial y tópica. No parecía que pudiera pertenecer a una gran escritora como ella.

15 marzo 2011

Isleta / Puerto La Luz: Raíces II

El próximo lunes, 21 de marzo, a las 20:00 horas, tendrá lugar la presentación del libro de Juan Medina Sanabria, Isleta / Puerto La Luz: Raíces II en el Real Club Náutico de Gran Canaria. En dicho acto se explicará su contenido, que se acompañará con la proyección de fotografías antiguas, haciéndose un recorrido en el tiempo desde 1900 a 1930. La entrada es libre.

09 marzo 2011

Riña de gatos, de Eduardo Mendoza

Magnífica novela que acabo de leer, hasta tal punto que me ha dado pena de que se terminara. Atrapa la atención del lector desde el primer momento. Con la anécdota del argumento -Anthony Whitelands, un inglés, ha sido contratado para tasar la colección pictórica de un noble español en Madrid durante los prolegómenos de la Guerra Civil española- hace un repaso por ese convulso período de la historia de España que se desarrolla en 1936. Con su fina ironía habitual, el autor caricaturiza al protagonista quien, sin querer, se ve envuelto en una trama política bastante peligrosa para él y para los que se relacionan con su persona. Memorable el pasaje en el que aparece Franco en el jardín del palacete del Marqués intentando capturar a un intruso. Digna de destacar la pasión del protagonista por Velázquez, de cuya pintura nos ofrece una lección magistral. Personajes destacados del relato: el Marqués de la Igualada y su familia, José Antonio Primo de Rivera, la Toñina, Garrigaw, Pedro Teacher, los policías de la Dirección General de Seguridad, los diplomáticos ingleses, etc. En fin, una delicia. No parece que esta obra haya ganado el Premio Planeta de este año, dada su calidad y la escasa de que gozaban las premiadas en ocasiones anteriores. Absolutamente recomendable.