23 febrero 2022

Reseña de 'El año de la muerte de Ricardo Reis', de José Saramago

 

Maravillosa novela del Premio Nobel de Literatura 1998, verdadero homenaje a la literatura portuguesa con la presencia en ella de Fernando Pessoa meses después de su muerte, apareciéndose periódicamente al protagonista de la misma, uno de sus heterónimos, en este caso Ricardo Reis.  También se alternan de forma constante las alusiones a Camões y a su obra 'Los Luisiadas' tomando como pretexto la estatua del escritor cercana al domicilio de Reis en Santa Catarina y recordando el pasado heroico del país totalmente opuesto al tiempo en que transcurre el relato -ambientado en 1935-, en que Portugal es gobernado por el dictador Salazar. 

El dominio de la prosa de Saramago se hace patente en esta novela, lo mismo que su ironía y humor que consiguen aliviar la ácida crítica que lleva a cabo en la misma tratando diversos temas que le duelen y le preocupan: el atraso de su país, la pobreza en que está sumido, la falta de libertad de sus habitantes, la emigración a la que se ven obligados estos, el patriotismo de sus dirigentes, la falsa caridad de los miembros de la alta sociedad, la religión, el fanatismo, la hipocresía, el clasismo, la guerra, etc. Hay pasajes hilarantes, como la visita de Ricardo Reis a Fátima, o la reflexión de este y Pessoa ante la afirmación del arzobispo de Mitilene de "que Portugal es Cristo y Cristo es Portugal". Mientras que otros inspiran ternura, como los que protagoniza Fernando Pessoa en sus apariciones ante Reis, sin sus gafas y perdiendo el sentido de la orientación, o el final de la novela. Lo que asombra al lector es la facilidad con que Saramago salta de un tema a otro, sin transición, con un fluir de conciencia de Ricardo Reis apenas interrumpido por sus diálogos con otros personajes.

España está también muy presente en este relato: desde aristócratas que se instalan en Portugal huyendo de los acontecimientos que anticipan la guerra civil, gallegos emigrados que residen allí, personajes históricos como Unamuno y sus cambios de actitud ante lo que está pasando, o los libros de Blasco Ibáñez que se anuncian en el periódico, hasta refranes que reflejan la relación entre los dos países ("De España, ni el viento ni el casamiento").

Una novela fascinante, bien construida, que hace disfrutar y reflexionar al lector desde el principio hasta el fin bajo un argumento aparentemente simple: el regreso de Ricardo Reis a Lisboa tras dieciséis años de residencia en Brasil cuando muere su amigo Fernando Pessoa, que se aloja en un hotel mientras encuentra un domicilio donde instalarse y abrir su consulta de médico. En ese hotel mantiene relaciones con Lidia, una camarera de dicho establecimiento, y traba amistad con una de las huéspedes, Marcenda. Consigue trabajo como médico especialista sustituto y pasea incansablemente por la ciudad. A todo ello se unen sus conversaciones con el fallecido Pessoa, que dispone de unos meses antes de desaparecer por completo, y sus reflexiones sobre el pasado y el presente de Portugal.

Lectura imprescindible. 

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