Noviembre sin violetas, de Lorenzo Silva

He concluido la lectura de esta atípica novela negra y, aunque me ha sorprendido gratamente, he de reconocer que se nota que carece de la agilidad característica del estilo de Lorenzo Silva, tan evidente en su obra posterior. Sobran páginas, a pesar de que la trama está muy bien urdida  ya que se sale de lo corriente. El protagonista no es héroe de nada, sino más bien la víctima de sus malos actos, especialmente de los cometidos contra su íntimo amigo y socio criminal Pablo Echevarría, que se los hará pagar convenientemente. Retirado de la circulación, Juan Galba trabaja en un balneario y hasta allí se acerca Claudia Artola, viuda de Pablo y examante suya, para pedirle ayuda. Él se la presta porque se siente en deuda con su amigo y porque, aunque no quiera reconocerlo, todavía se siente fascinado por Claudia. Las cosas se tuercen y ella es salvajemente asesinada. Juan iniciará una investigación que le llevará a un final inesperado. Lectura recomendable.