20 julio 2011

Magistral

Anoche asistí a la representación de La violación de Lucrecia, de William Shakespeare, llevada a cabo por Nuria Espert en el Edificio Miller dentro del Festival Internacional de Teatro y Danza de Las Palmas de Gran Canaria.

En una sala abarrotada de público, con un escenario mínimamente decorado -tal como se ve en la imagen que ilustra este comentario- la actuación de Nuria Espert resultó sencillamente magistral. Ella sola interpretó un monólogo en el que da vida a cuatro personajes: Tarquino, Lucrecia, Colatino y el narrador, en medio de un silencio sepulcral de cerca de quinientas personas que seguíamos impresionados su actuación. Con unos pocos pero acertados efectos de sonido, luz y el juego de unas telas que cubrían la cama del escenario, el estremecedor relato de los hechos que narra el bello texto de Shakespeare, magníficamente traducido por el escritor mejicano José Luis Rivas, tensó la atmósfera de una manera como pocas veces sucede en una representación. La actriz variaba sus registros de tal modo que parecía que realmente asistíamos a los preliminares, desarrollo y trágicas consecuencias del feroz acto cometido por Tarquino contra la mujer de su amigo, impotentes por no poder evitarlo.

El resultado fue un éxito total con aplausos del público puesto en pie y con gritos de ¡Bravo! que Nuria Espert agradecía emocionada desde el escenario.

Hacía tiempo que no asistía a una representación tan buena como la de anoche.

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