Título: Como polvo en el viento
Autor: Leonardo Padura
Editorial: Tusquets
Fecha de publicación: 25 de agosto de 2020
Número de páginas: 672
Tras Herejes (leer reseña aquí) y Personas decentes (leer reseña aquí) esta es la tercera novela que leemos del Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015. Su lectura ha reafirmado la opinión que teníamos de él, se trata de un magnífico escritor.
Esta novela coral de la diáspora -novela también generacional según su autor- narra la peripecia vital de un grupo de amigos autodenominado El Clan, cuyos componentes ven cómo sus vidas deben dar un giro para poder aspirar a tener un futuro, sea en Cuba (donde han nacido, crecido y estudiado sus carreras universitarias) o lejos de ella. El relato abarca a tres generaciones -padres, hijos y nietos- que terminan dispersas por el mundo con una única excepción: Clara, que se queda sola con su caracol, la casa de Fontanar en la que se reunían todos. A raíz de un suceso que marcará sus vidas y las relaciones que mantienen entre ellos, el grupo se va diezmando por las circunstancias políticas del país y personales de sus integrantes. El miedo, la delación, el espionaje, la falta de expectativas, las durísimas condiciones económicas, el exilio, la infidelidad, la amistad, las mentiras, la extorsión, el sexo, el amor, el alcoholismo, la maternidad, las segundas oportunidades, el nacionalismo, la soledad y la muerte son temas que se tratan a lo largo de esta historia que se extiende por diferentes escenarios (Estados Unidos, Cuba, España, Argentina, Francia) en sus más de seiscientas páginas. Los personajes son ficticios según afirma su autor, pero están inspirados en otros reales a los que él llegó a conocer y las visicitudes que atraviesan son el trasunto de otras que se viven en la sociedad cubana. El ambiente opresivo que asfixia a los personajes les obliga a tomar duras decisiones que les llevarán a otros lugares donde seguirán sintiéndose cubanos, seres desarraigados, apátridas que llevarán Cuba en el corazón o que renegarán de ella y no querrán siquiera recordarla. Los protagonistas son Elisa, Bernardo, Clara, Darío, Irving, Joel, Horacio, Guesty, Fabio, Liova y Walter, y los hijos de algunos de ellos Ramsés, Marcos, Adela. El relato no es lineal, contiene saltos en el tiempo a los que el lector debe estar muy atento para no perderse. El ritmo es ágil, mantiene el interés por descubrir el misterio de la muerte de Walter y la desaparición de Elisa. Hemos de hacer dos objeciones a esta magnífica novela: algunas escenas eróticas son excesivamente explícitas y el lenguaje que se utiliza en ellas es demasiado gráfico y escatológico; y la casualidad del encuentro de Marcos y Adela -que tienen sin saberlo un pasado común- resulta demasiado casual y forzada. Muy bien conseguido el título, que proviene de la canción homónima del grupo Kansas (1977) y que no era el que había previsto Padura en un principio.
Lectura muy recomendable.

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