28 agosto 2025

Reseña de "Mandíbula" de Mónica Ojeda

 

Título: Mandíbula

Autora: Mónica Ojeda

Editorial: Candaya, S. L.

Fecha de publicación: 12 de marzo de 2018

Número de páginas: 288 

Llegué a este libro por una recomendación que hizo la escritora y periodista Karina Sainz Borgo hace varios meses durante unas jornadas, entonces recordé que había oído hablar a su autora en el programa de RTVE "Un país para leerlo" y sentí muchas ganas de hacerme con él. Después de haberlo conseguido no me arrepiento en absoluto, aunque he de confesar que su lectura me ha resultado difícil en ocasiones debido a la crudeza de lo narrado.

En una presentación de la novela, Mónica Ojeda asegura que en ella quería trabajar el vínculo existente entre el miedo y las pasiones, especialmente el deseo. Para ello recurre a potentes personajes femeninos (los masculinos aparecen poco a lo largo del relato y cuando lo hacen es de manera muy secundaria, "como fantasmas" en palabras de la autora), la mayoría de ellos adolescentes. Cabe recordar que la adolescencia es una etapa muy complicada en el desarrollo del ser humano en la que las emociones, los descubrimientos, los interrogantes, las relaciones y los comportamientos están revestidos de una gran intensidad. A todo esto se une el contexto en el que sitúa la historia, un colegio privado religioso del Opus Dei, caracterizado por las prohibiciones, la exigencia del cumplimiento de estrictas normas y la represión de conductas. Con estos elementos Ojeda elabora un relato espeluznante en torno a un grupo de chicas, a las relaciones que mantienen entre ellas y a cómo se comportan con los demás, especialmente con una profesora de Lengua y Literatura nueva en el centro que arrastra una experiencia traumática ocurrida en su anterior destino, un colegio público. Temas como la manipulación, el cuerpo, la relación madres/hijas, profesoras/alumnas y amigas, la sexualidad, la violencia, los rituales, la religión, el secuestro, la intromisión en la intimidad, los retos, la adolescencia, el terror, la depresión, la perversión, la amistad entendida como pertenencia a una secta, la traición, el dominio, el dolor, el nulo miedo a la muerte, la crueldad, la falta de límites y de empatía o la arrogancia son tratados por la autora con realismo, habilidad y dureza. Utiliza un lenguaje apropiado a cada situación, poético muchas veces a pesar de la sordidez de lo narrado. Me ha llamado la atención la exactitud con la que narra el ambiente de los institutos, las relaciones entre los profesores, la manera en que afrontan la docencia y la impotencia que sienten ante la permisividad de la directora con las actitudes -en ocasiones hostiles y degradantes- de las alumnas hacia ellos. También es digno de destacar el manifiesto del terror que una de las protagonistas elabora como trabajo de clase y envía a la profesora, y la connotación aterradora del color blanco. Son frecuentes las referencias literarias, especialmente H. P. Lovecraft y Herman Melville. Los personajes más destacados son las dos líderes del grupo -Fernanda y Annelise- y la profesora Miss Clara. En cuanto al tiempo, encontramos tres líneas temporales -el secuestro actual, la experiencia traumática de la profesora y los juegos de las amigas- que convergen al final en la idea de un mundo femenino monstruoso. Gracias a esta novela he tenido conocimiento de la existencia de las creepypastas, -historias de terror que circulan por Internet- a las que las protagonistas son muy aficionadas. Lectura muy recomendable.

20 agosto 2025

Reseña de "Habíamos ganado la guerra" de Esther Tusquets

 

Título: Habíamos ganado la guerra

Autora: Esther Tusquets

Editorial: B para Zeta Bolsillo

Fecha de publicación: 21 de noviembre de 2007

Número de páginas: 220 

Primer libro que leo de esta autora a la que conocía de oídas sobre todo por su labor editorial y por haber leído la magnífica novela de su hija También esto pasará [Leer reseña] dedicada a ella. Confieso de antemano que el género de la autobiografía o las memorias nunca me ha gustado especialmente, pero este libro cayó en mis manos de forma casual y me decidí a leerlo. Me atrajo por el título, en el que deja claro a qué bando pertenecía su familia durante la guerra civil y la posguerra: el bando ganador, propio de la burguesía catalana de la que ella era miembro. Además de rememorar su infancia, adolescencia y juventud, nos presenta a su familia en la que destacan un padre comprensivo, una madre esquiva, un hermano cinco años menor que ella, un tío cura, un tío nazi "de opereta", unas tías complacientes y una abuela conforme con el papel que la sociedad de entonces tuvo a bien concederle. Ella se define como una niña tímida, rara, poco sociable, que tuvo que amoldarse a los numerosos cambios que en su vida acontecieron: cambios de colegio, de amigos, de casa, de lugar de veraneo... Retrata con precisión el modo de vida de la burguesía catalana y los privilegios de que gozó durante la posguerra: no hacía cola, no estaba sujeta a la cartilla de racionamiento, podía hacer negocios no siempre lícitos y lucrarse con ellos, se le proporcionaba los mejores sitios en el cine y la comida más fresca en los restaurantes, ejercía su influencia para sortear las directrices del poder, disfrutaba del Liceo como si fuera suyo (en realidad lo era, ya que había pagado su construcción), tenía servicio en casa, veraneaba en la costa o en la montaña, etc. Y también da cuenta de cómo era la sociedad de entonces: machista, clasista, cerrada, influida por la religión y sus prohibiciones, pacata, puritana e hipócrita, esto último no solo en el bando vencedor sino también en el vencido -baste recordar cómo gente del servicio pegaba o insultaba a los niños de las familias para las que trabajaban contando con el silencio temeroso de aquellos-. La protagonista evoluciona en sus pensamientos, aspiraciones e ideología, apartándose de la doctrina familiar e inscribiéndose en la facción más izquierdista de Falange, que abandonará al no ajustarse a sus principios. El estilo empleado por la autora se caracteriza por parlamentos largos, retrospecciones, descripciones detalladas, ausencia de diálogos y alusiones a otros escritos suyos que a veces intercala en el relato. Lectura recomendable como testimonio de una época.

13 agosto 2025

Reseña de "Hasta siempre, mujercitas" de Marcela Serrano


Título: Hasta siempre, mujercitas
 
Autora: Marcela Serrano
 
Editorial: Alfaguara 
 
Fecha de publicación: 7 de septiembre de 2004
 
Número de páginas: 272
 
Segunda novela que leo de esta autora (Leer aquí reseña de la anterior). Me ha gustado mucho, excepto el capítulo final, el de la reunión de las cuatro primas en el Pueblo en el velatorio de la vieja Pancha, que me ha resultado innecesario y plagado de tópicos, con diálogos vacíos y actitudes inexplicables. Sin embargo, he echado en falta un capítulo o un epílogo en el que Oliverio contara el por qué de algunas decisiones que tomó con respecto a sus primas; sé ya desde el título que las voces que vamos a escuchar son las de las cuatro protagonistas, versiones actualizadas y chilenas de las Mujercitas de Louisa May Alcott (novela publicada por vez primera en 1868, que todas hemos leído en nuestra infancia -como es mi caso- o adolescencia), aunque conocer el punto de vista del único protagonista masculino de la historia no habría estado de más. La principal diferencia con la novela de Alcott radica en que no se trata de cuatro hermanas, sino primas, ya que todas son hijas únicas menos Luz, que tiene un hermanastro, Oliverio, objeto de deseo de Ada, Lola y, sorprendentemente, de la propia Luz, cuyo espíritu lo viene a confesar desde el más allá. Los papeles están bien repartidos: Nieves / Meg, ama de casa dedicada a su marido y a sus cuatro hijos; Luz / Beth, dulce y solidaria que muere joven; Lola / Amy, exhuberante y egoísta obsesionada por el lujo; y Ada / Jo, rebelde, independiente y salvada por la literatura. Los parlamentos de las cuatro primas en sus respectivos capítulos desvelan datos de las situaciones compartidas desde diferentes puntos de vista, lo cual aporta riqueza al relato; y a través de ellos observamos que todas tienen algo en común: están insatisfechas con sus vidas, a pesar de que han conseguido los objetivos que se propusieron desde la infancia: crear una familia (Nieves), servir a los demás (Luz), ver mundo (Ada) y no tener problemas económicos (Lola), pero el precio que han tenido que pagar no siempre les ha compensado. Por ello, en el fondo envidian a las demás. El lector asiste a episodios importantes y trascendentes en sus vidas y en las de su país (1973 en Chile) y va tomando nota de sus rencillas, fidelidades, filias y fobias que no son óbice para que se sigan relacionando y queriendo. El estilo empleado por la autora es sencillo y correcto con un uso efectivo de técnicas literarias -anticipaciones, retrospecciones- que imprimen un ritmo adecuado al relato. Las referencias literarias son abundantes, no solo por las representaciones que llevaban a cabo durante los veranos en la casa familiar -Los miserablesLos hermanos Karamazov-, sino también por la pasión de Ada por la literatura (Cumbres borrascosasJane Eyre, Las palmeras salvajes, La isla del tesoro, El extraño caso del doctor Jekyll y míster Hyde ...). Se tratan temas variados a lo largo del relato: el papel de la mujer en la sociedad, el sexo, la familia, la amistad, los valores, la envidia, la delación, la venganza, la tortura, el éxito, la solidaridad, la bondad, el amor, la pasión, el incesto, el suicidio, la insatisfacción, la violencia, el arraigo, el matrimonio, la soltería deseada o no, la política y el alcoholismo; también aparecen diferentes escenarios -Tánger, Barcelona, Caracas, Nueva York, Chile, Londres, Francia- y numerosos personajes secundarios, como la tía Casilda, Raúl, Jaime, los tíos Antonio, Felipe y Octavio, Silvia, Eusebio, Cristal y la vieja Pancha. Lectura recomendable.

12 agosto 2025

Reseña de "Verano" de J. M. Coetzee

Título: Verano 

Autor: J. M. Coetzee

Editorial: Random House Mondadori

Fecha de publicación: 3 de septiembre de 2009

Número de páginas: 255

Hay que tener valor para hacer lo que ha hecho este autor, escribir la tercera parte de su autobiografía ficticia Escenas de una vida de provincias desde el punto de vista de cinco personas con las que tuvo alguna relación (sentimental, familiar, profesional, amistosa), que hablan de él a su biógrafo tras su muerte. Estas cinco personas son: Julia, una mujer casada con quien tiene una aventura; Margot, su prima favorita, que lo quiere y lo defiende ante el resto de la familia aunque no lo comprende; Adriana, una bailarina brasileña, madre de una de sus alumnas de inglés, que no acepta sus pretensiones amorosas; Martín, profesor amigo, colega suyo en la Universidad de El Cabo; y Sophie, su pareja durante una temporada y compañera en la citada universidad. Los años que abarca esta autobiografía son 1970 a 1977, años en los que Coetzee -cumplidos los treinta- convive con su padre viudo en una destartalada casa mientras se labra su futuro profesional como escritor. Las entrevistas que el joven biógrafo realiza a estas personas poseen un nexo común: la impresión que tienen de Coetzee no es muy buena, especialmente en lo que se refiere a su vida personal, ya que lo definen como inseguro, torpe, poco dado a las relaciones sociales, sin encanto para las mujeres y con pocas posibilidades de prosperar en la vida. El estilo empleado por el autor en la elaboración del relato está caracterizado por la oralidad, refleja perfectamente el lenguaje oral propio de las entrevistas, puesto que es la entrevista el modo de acercarse a los personajes que cuentan sin tapujos sus respectivas relaciones con Coetzee. Técnicamente es sorprendente que un autor hable de sí mismo a través de personajes con los que se relacionó en algún momento de su vida y que lo haga después de muerto, recurriendo a un joven investigador inglés interesado en su figura. Esto demuestra su dominio del oficio y su hábil manejo de la ficción. A esos testimonios se añaden algunos fragmentos de los cuadernos de notas del autor, fechados algunos entre 1972 y 1975 y otros sin fechar, que completan la visión del biografiado al lector; y el contexto en el que se desarrolla la acción, Sudáfrica y sus graves problemas políticos y sociales. Temas como el desencanto, la decepción, el racismo, el colonialismo, la emigración, la política, la desigualdad, el sexo, la violencia, la infidelidad, la burocracia, el fracaso o el papel de la mujer son tratados de forma implacable por el autor, que logra escapar de la mediocridad que todos le atribuyen gracias a la literatura. Lectura muy recomendable.