07 marzo 2025

Reseña de "El niño" de Fernando Aramburu


 

Título: El niño

Autor: Fernando Aramburu

Editorial: Tusquets

Fecha de publicación: 3 de abril de 2024

Número de páginas: 272

Esta novela pertenece a "Gentes vascas", una serie de obras que retratan con maestría la vida en el País Vasco durante los años de violencia de ETA. El niño está basada en un hecho real: el accidente ocurrido en un colegio de Ortuella (Vizcaya) en 1980, que provocó la muerte de cincuenta niños cuyas edades oscilaban entre los 5 y los 6 años. Relata la vida de los miembros de una familia que se ve afectada por esta tragedia y su lucha por sobreponerse ante una experiencia tan dolorosa. La historia llega al lector a través de tres fuentes: el narrador, la madre del niño y el propio texto, con un ritmo ágil y un estilo contenido, preciso, sin adjetivos ni apenas descripciones. Los personajes protagonistas son Nuco (uno de los niños fallecidos en la explosión del colegio), su abuelo Nicasio, su madre Mariaje y su padre José Miguel. Las reacciones de estos personajes ante la tragedia son totalmente diferentes: mientras el abuelo no se resigna y mantiene vivo a su nieto a su manera, los padres sí son totalmente conscientes de lo que ha pasado e intentan reanudar su vida, lo cual no va a resultarles nada fácil. Mariaje, que actúa como informante, habla de cómo conoció a su marido, cómo es -soso, dócil, fuerte y trabajador, a la vez que sumamente tierno con el niño-, cómo la hace sentir antes y después de la pérdida sufrida y cómo intenta unirse más a ella en busca de otro hijo que les daría la posibilidad de empezar de nuevo sin olvidar ni sustituir al fallecido. También cuenta cómo se encuentra ella, lo difícil que le resultó concebir y parir a su hijo, y cómo va a remontar después del sufrimiento que está pasando; cómo ve a su padre y cómo intenta comprender la reacción de este, que no se quiere dar cuenta de que Nuco ya no está e insiste en revivirlo continuamente, ya sea hablándole, ya reconstruyendo su habitación, ya visitándole en el cementerio una vez a la semana. Todo ello con resignación, sinceridad y poniendo como condición al autor que le cambie el nombre para que no pueda ser identificada por la gente que la conoce. Un recurso literario que utiliza Aramburu en este relato es que el propio texto habla al lector y le desvela información sobre cómo está siendo escrito y sobre cómo el autor está reprimiendo excesos lingúísticos que le reporten patetismo o sensiblería a una historia estremecedora de por sí. Estas páginas sirven, además, para permitir al lector que se relaje de la tensión de lo narrado. En suma, un libro de imprescindible lectura no solo por lo que cuenta, sino por cómo lo hace.

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