Esta tragicomedia en 4 actos que se estrenó en el Teatro Español de Madrid el 28 de marzo de 1905 presenta un tema tan actual como es la violencia de género. La resolución que toma la víctima desencadena una serie de hechos que le harán redimirse a costa de un gran sacrificio personal. La protagonista de la trama es Bárbara, Condesa de Términi, maltratada continuamente por su marido el Conde Lotario Paleólogo que, cansada de sus insultos y agresiones, acaba con la vida de este clavándole un cuchillo tras un forcejeo entre ambos cuando él quería violarla. Leonardo de Acuña, Capitán español al servicio del Rey de Sicilia y amor platónico de Bárbara, se culpa de este crimen por creer que él lo ha instigado sin querer y está dispuesto a recibir su castigo; pero la Condesa se niega y sacrifica la felicidad de ambos a cambio de salvarle la vida: se convertirá en la esposa del hermano de su agresor, Demetrio Paleólogo, para contentar al intendente de Siracusa Horacio Maddaloni que actúa de mediador y será generosamente recompensado por Demetrio.
En esta obra Galdós nos presenta a otra de sus heroínas, en este caso Bárbara, una mujer que toma las riendas de una situación que ella no ha buscado y que lleva sufriendo durante años. Su paganismo no le posibilita refugiarse en la fe como hace su enamorado, pero el amor hacia él y el arrepentimiento que siente por el daño que le ha causado, además de la impotencia que la asola por la nula ayuda que recibe de la justicia, la conducen a la aceptación de un matrimonio de conveniencia con su cuñado que está perdidamente enamorado de ella desde siempre y ve ahora la oportunidad de conseguirla.
Los personajes están muy logrados, no solo Bárbara sino también Horacio, el intendente avaricioso que aprovecha la ocasión para enriquecerse aún más; el caballeroso Leonardo, que no duda en expiar sus culpas abrazado a la fe; el cuñado enamorado, que insta a Horacio a que le ayude a lograr su propósito a la vez que se afana por demostrar a Bárbara las diferencias de carácter que presenta con respecto a su hermano; y los confidentes de la Condesa, Filemón y Cornelia, que intentan protegerla. Muchos son los temas que trata el autor en esta obra: el maltrato, la brutalidad, el asesinato, el amor, la justicia, la manipulación, el coleccionismo de arte, la religión, el paganismo, la mitología, la redención mediante el sacrificio... A destacar, la frase pronunciada por Horacio al final de la obra: "Entretengo los ocios de mi tiranía modelando con la miseria humana la estatua ideal de la Justicia ."
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