Leemos en el periódico El País:
La esperada novela de Harper Lee, Ve y pon un centinela (obra original de la que salió Matar a un ruiseñor) ya ha llegado a las librerías de más de 70 países. Hasta que este miércoles lo haga en España y América Latina, los primeros lectores y críticos estadounidenses han desgranado en los últimos días los primeros detalles de la obra, y las primeras reacciones son de sorpresa.
En Nueva York, Boston o Londres, varias librerías han celebrado eventos especiales hasta la madrugada, cuando se levantaba el embargo para la venta de los primeros ejemplares de un título que Lee, de 89 años, firmó en 1957. Estanterías con decenas de copias aguardaban a los primeros compradores. Go set a Watchman -su título en inglés- ha batido de momento el récord de encargos por anticipado que ya estableció J.K. Rowling con Harry Potter en 2007.
Los sellos HarperCollins Ibérica, en español, y Edicions 62, en catalán, traerán a España este miércoles la novela de Harper Lee. La novela, que permanecerá inédita en ambos idiomas hasta las 00.00 horas del miércoles 15, se encuentra guardada bajo llave para evitar filtraciones, ya que su lanzamiento está concebido como un gran acontecimiento literario y viene envuelta en un estricto protocolo de confidencialidad.
Pero el impacto de este trabajo de Lee puede ir más allá del número de copias vendidas y de si supera a Matar a un ruiseñor’, la obra con la que alcanzó ganó el premio Pulitzer en 1961 y de la que se han vendido más de 40 millones de ejemplares en todo el mundo. Ve y pon un centinela cuestiona la figura de Atticus Finch, el abogado y padre de la protagonista del primer título, convertido en Estados Unidos en un símbolo de la literatura por su defensa de los derechos civiles de los afroamericanos.
La crítica de The New York Times, Michiko Kakutani, fue la encargada de desvelar la sorpresa en EE UU, cuando escribió el viernes que en este trabajo, “Atticus es un racista que ha llegado a participar en una reunión del Ku Klux Klan, que dice cosas como que ‘los negros todavía están en su infancia como personas’ o que pregunta a su hija: ¿De verdad quieres que los negros lleguen en avalancha a nuestras escuelas, nuestras iglesias y nuestros teatros? ¿De verdad les quieres en nuestro mundo?”.
Con frases como esta puede caer un mito literario y del cine -fue interpretado por Gregory Peck en 1962- y a uno de los protagonistas del libro más recomendado a los escolares estadounidenses cada año. Finch es, además, la piedra angular de una narrativa que ayuda a estudiar el movimiento de la lucha por la igualdad de las minorías raciales, el abogado blanco de una localidad sureña que en los años 30, antes de que arrancara el movimiento por los derechos civiles, acepta defender a un negro acusado de violación.
Ambientada en el condado de Maycomb, inspirado en Alabama, la novela narra cómo a los veintiséis años Jean Louise Finch, Scout, vuelve a casa desde Nueva York para visitar a su padre, Atticus, y con el trasfondo de la lucha por los derechos civiles y los disturbios políticos que estaban convulsionando el Sur, el regreso de Jean Louise a casa se torna agridulce. El descubrimiento de perturbadoras verdades sobre su familia, la ciudad y las personas que más quiere, unido a los recuerdos de su infancia, va a hacer que se cuestione todos sus valores.
Ve y pon un centinela tiene lugar 20 años más tarde, en la década de los 50. El título que llevaba escondido cinco décadas gira entorno al regreso de Scout a su pueblo natal para reencontrarse con su padre, ya enfermo. La crítica estadounidense apunta a varias de sus conversaciones para descubrir la tensión entre la joven, en sintonía con la lucha por los derechos civiles de su época (el Tribunal Supremo acababa de revocar la segregación racial en las escuelas), y su padre, que pone en duda esta sentencia y critica a los negros.
La ‘caída’ de Finch ha sido equiparada por el crítico de The New Republic con la de figuras como Bill Cosby, acusado de abusar de menores durante el comienzo de su carrera. Según la radio pública estadounidense, Ve y pon un centinela es el tipo de confusión que cambiará para siempre cómo leemos una obra maestra”, en palabras de Maureen Corrigan.
Para Natasha Trethewey, analista de The Washington Post, el giro puede retratarse en solo dos frases de cada uno de los títulos. En Matar a un ruiseñor, Atticus dice: “Señores, si hay una frase en la que creo en este mundo es: igualdad de derechos para todos, privilegios para ninguno”. En Ve y pon un centinela, Scout habla de su padre como “una voz frágil que habla de la comodidad del cálido pasado”.
A partir de la medianoche de este miércoles, los lectores españoles y latinoamericanos se sumen a uno de los eventos literarios más importantes de los últimos años, también podrán averiguar por sí mismos si la figura de Atticus sobrevive a la nueva obra de Lee.
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