El escritor chileno afincado en Asturias, Luis Sepúlveda ha fallecido a consecuencia del coronavirus en el día de hoy, pasando a engrosar la lista de las más de diecinueve mil víctimas en España de esta pandemia que está asolando el mundo [Leer más]. Recuerdo haber leído su maravillosa novela Un viejo que leía novelas de amor con mis alumnos en el IES Lila. Ha sido una gran pérdida para el mundo de la literatura.
Cuando una se pone a pensar en la superficialidad de esta sociedad que se divierte en los balcones y en las redes sociales y se olvida de los muertos que está ocasionando este virus, no puede hacer otra cosa que estremecerse. ¿Tan poco respeto nos merecen nuestros muertos? ¿No nos solidarizamos con su dolor? ¿Y con el de sus familias, que ni siquiera pueden despedirse de ellos? ¿Somos tan egoístas que lo único que nos importa es entretenernos en nuestro confinamiento sin pensar en lo que realmente está ocurriendo? ¿En qué nos hemos convertido? Tendríamos que reflexionar sobre ello: detrás de cada fallecido hay una historia, un trabajo, una familia, y parece que la sociedad los quiere olvidar, como si no existieran, como si nunca hubieran existido: son solo un número, una estadística que se menciona con prisas en una rueda de prensa. Verdaderamente lamentable.
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