Todas las familias dichosas se parecen entre sí, del mismo modo que todas las desgraciadas tienen rasgos peculiares comunes.
Este es el célebre comienzo de esta novela, obra cumbre del escritor León Tolstoi. En ella se ofrece una imagen detallada de la alta sociedad rusa del siglo XIX: sus costumbres, maneras de relacionarse, frivolidades, adulterios, divorcios, falsedades, política, hipocresías...
Sobresalen en este fresco las figuras de Ana y Wronsky, que rompen las convenciones sociales y se van a vivir juntos tras la infidelidad de ella a su esposo, Karenina. Las presiones son tantas que, primero destruyen la confianza que existe entre ellos; y, segundo, Ana se suicida lanzándose a las vías del tren al no poder soportar los celos que siente ante la posible pérdida del amor de su amante. Paralelamente se nos cuenta la vida cotidiana del hermano de Ana y su familia, y la de su cuñada Kitty, casada con Levine. A destacar la oposición soltería/matrimonio, cristianismo/ateísmo, divorcio/apariencias.
Un clásico absolutamente recomendable.
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