13 abril 2012

I Congreso de Jóvenes Lectores de Gran Canaria

Ayer asistimos tres alumnos -que representaban a sus compañeros de 2º ESO B- y yo a la segunda jornada del I Congreso de Jóvenes Lectores de Gran Canaria. Esta estaba dedicada a los cursos de 1º y 2º ESO y en ella participaron varios institutos de la isla, además de los escritores Andreu Martín y Care Santos. Me sentí orgullosa de la presentación de la comunicación llevada a cabo por Valeria, Mario y Brian. Lo hicieron muy bien. La comunicación titulada Ya no te quiero Campanilla, que trataba distintos aspectos de la obra de Andreu Martín La noche que Wendy aprendió a volar, gustó mucho. ¡Enhorabuena!
A continuación reproduzco aquí la comunicación que presentamos:

                                         Ya no te quiero, Campanilla

Impresiones del alumnado y de la profesora
El libro nos ha gustado mucho por varias razones, principalmente por la evolución que presenta el carácter de  Wendy, la protagonista. Además, la intriga y el misterio que rodean al argumento, la actualidad de los temas que trata, el humor que destilan las intervenciones de algunos personajes, la agilidad del relato y la resolución final del caso son elementos que contribuyen a que su lectura resulte especialmente atractiva.
            La confirmación de sus sospechas sobre el rumbo que está tomando la relación amorosa que mantiene con su compañero de patrulla Roger Dueso constituye el detonante del cambio de actitud vital de Wendy Aguilar, una joven policía, la noche de su vigesimotercer cumpleaños. Esa noche va a ser muy importante en muchos aspectos: después de comenzar su ronda y de mantener una conversación trivial con Roger, Wendy percibe que éste no muestra ningún interés por lo que ella le está contando –su encuentro con una vidente que le predice el futuro, su inminente cumpleaños-, recibe la dolorosa noticia de que él no la quiere porque está enamorado de otra y tiene que participar en la investigación de un asesinato que acaba de producirse. Muchos acontecimientos juntos que tendrá que digerir de la mejor manera posible. ¿Cómo lo hace en un primer momento? Llorando. Sí, cuando se baja del coche al llegar a la escena del crimen lo hace llorando y este hecho nos da una idea de la conmoción que ha sufrido tras la confesión de su ya exnovio. Incapaz de entrar en la mansión donde ha ocurrido el asesinato, dado el estado anímico en el que se encuentra, se queda fuera y fija su atención en una niña que será clave en la resolución del caso. La sigue y tras una accidentada persecución con carreras por las vías del metro incluidas, se entera de lo que ha sucedido realmente. Pero esto le va a costar caro, ya que los malhechores que han asesinado a Darío Arpillera la secuestran y la meten –atada de pies y manos a una siniestra y pesada máquina- en la parte trasera de una furgoneta donde la golpean y la dejan inconsciente. Cuando recupera el sentido se entera de que la van a matar. En efecto, amarrada a la máquina la tiran al mar y se hunde rápidamente. En ese momento Wendy hace un repaso de algunos momentos de su vida y de la cantidad de cosas que le quedan por hacer. Se rebela contra las palabras de aquella mujer que le auguraban una muerte prematura y decide que no quiere morir. La máquina toca fondo y Wendy, al borde de la asfixia, logra soltarse de ella e inicia desesperada el ascenso a la superficie venciendo a la muerte. Una mujer nueva acaba de surgir: no dará tregua a aquellos que la han sometido a tan dura prueba. Tras una serie de peripecias entre las que se encuentra un “vuelo” entre azoteas de edificios próximos –Wendy literalmente vuela como su homónimo personaje de Peter Pan- logra capturarlos sin ayuda y recuperar el diamante llamado el Ojo de Dios, móvil del crimen. Cuando se encuentra con Roger Dueso y este le pide perdón e intenta volver con ella, Wendy le rechaza porque ya no es la que era: es una mujer segura de sí misma que ha aprendido muchas cosas en el transcurso de esta misión.
            El misterio y la intriga que rodean al argumento hicieron que algunos alumnos que encontraban aburrido el comienzo de la obra se engancharan a su lectura para ver cómo se resolvía. Hay capítulos que resaltan especialmente por su interés:
·        El capítulo 20, en el que Wendy emerge del fondo del mar y logra vencer a la muerte.
·        El capítulo 26, cuando Mon logra escapar con su madre y con el diamante mientras los ladrones se pelean.
·        El capítulo 27, donde descubrimos cómo llegó el Ojo de Dios a la familia Arpillera.
Otro aspecto destacado es la actualidad de los temas que se tratan: la marcha nocturna de los sábados, la delincuencia, la marginalidad, la violencia de género, la explotación infantil, el individualismo que lleva a algunos a apuntarse méritos de acciones llevadas a cabo por otros, el tráfico de obras de arte, la superación personal, la jerarquía existente dentro de la policía que convierte a sus miembros en seres enormemente competitivos entre sí, las relaciones personales en las que la atracción física pesa más que el amor verdadero, la ambición, el machismo, etc.
El humor –que ayuda a relajar la tensión en momentos de intenso dramatismo- es otro de los rasgos positivos que presenta la obra. Buena muestra de lo que decimos son algunas intervenciones de Mon, como el divertido diálogo que sostiene con Wendy a propósito de su nombre y su sexo,  la argucia que inventa sobre el destino del diamante: su estómago y la necesidad de evacuarlo para que puedan recuperarlo, o su impresión sobre el físico de Roger tras recibir este la negativa de Wendy a volver con él.
            Por último, la agilidad del relato con la alternancia de diálogo y narración o con la interrupción de una acción sustituyéndola por otra en el capítulo siguiente para luego volver a la anterior, anima al lector a proseguir su lectura.
            El final cerrado del caso con el justo castigo para los malos (delicuentes-cárcel, Roger-calabazas), pero abierto por lo que respecta al futuro de Wendy deja al lector satisfecho aunque impaciente por recibir nuevas aventuras de este atractivo personaje.


Estrategias de lectura
            Los alumnos han leído el libro durante la semana de vacaciones de Carnaval y lo han resumido y expresado su opinión personal sobre él en un trabajo que corrigió la profesora cuando reanudamos las clases. A continuación se dividieron en parejas y les fueron asignados a cada una tres capítulos que tuvieron que analizar y valorar. Con las aportaciones realizadas la profesora elaboró esta Comunicación que fue leída y comentada en el aula.

            

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