Durante el fin de semana he leído esta novela de Françoise Sagan, que causó gran impacto cuando se publicó en 1954. Se trata de un relato entretenido e interesante sobre el miedo a la pérdida de la felicidad por la intromisión de una persona en nuestras vidas. La protagonista, una joven de diecisiete años, huérfana de madre, que mantiene una buena relación con su padre y con la frívola manera de vivir de éste, se siente amenazada por la aparición de Anne, una amiga de su madre que va a casarse con su padre. La acción transcurre en un idílico paraje mediterráneo, en una villa alquilada para pasar las vacaciones, donde conocerá, además, el amor. Las decisiones que tomará para poner fin a una situación que vislumbra contraria a sus intereses afectarán -y de qué manera- a las personas que la rodean.
Con un estilo sencillo, directo y con alguna reminiscencia de Camus, la autora consigue llegar al lector.
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