Día de las Letras Canarias 20015

Ayer se celebró el Día de las Letras Canarias, que este año fue dedicado al poeta Arturo Maccanti [Leer más].

La celebración institucional tendrá lugar los días 23 y 24 de febrero en las dos sedes de Presidencia del Gobierno de las capitales canarias, y también se incidirá en la difusión de su figura y su obra a lo largo de todo este año, promovidas por diversas instituciones y entidades de las islas.

Con la celebración del Día de las Letras Canarias y la elección en cada edición de un escritor, el Gobierno de Canarias cumple con el objetivo de reconocer la labor llevada a cabo históricamente por los autores canarios, homenajeando a todos aquellos que han sido partícipes del nacimiento de la literatura canaria.

El nombre de Arturo Maccanti está asociado a los más destacados de la poesía canaria contemporánea. Representa dentro de la generación del medio siglo una voz personal e intensa que "a lo largo de un rico y diverso itinerario ha sabido mantenerse siempre fiel al mundo de la vida interior y a la expresión del sentimiento del tiempo", escribe de él la Academia Canaria de la Lengua, en la que ingresó en 2002.

El poeta, que falleció en septiembre de 2014, pasó los últimos años leyendo sus poemas en colegios e institutos desde una vocación humanística profunda, desde una preocupación por compartir el hallazgo emotivo y comunicativo que viene a ser todo acto poético

Los actos institucionales de homenaje tendrán lugar el lunes a las 11.00 horas en la sede de Presidencia del Gobierno de Las Palmas de Gran Canaria y al día siguiente, a las 10.00 horas, en Santa Cruz de Tenerife, ambos a cargo de la consejera de Cultura, Inés Rojas, acompañada por el director general de Cooperación y Patrimonio Cultural, Aurelio González, así como de otros representantes institucionales, académicos, entidades culturales y de la familia del poeta.

En la sede de Presidencia del Gobierno en Las Palmas de Gran Canaria intervendrán los alumnos del CEIP Bañaderos, junto con Yeray Rodríguez, de la Asociación de Verseadores Canarios Ocho Silabas, que recitarán a Arturo Maccanti, y a continuación Marcos Hormiga leerá los poemas 'Unas manos'; 'Cuerpo en que vivo'; 'Con la luz que sea suya',  y 'Amor o nada'.

Al día siguiente, en Santa Cruz de Tenerife, serán protagonistas los alumnos del CEIP Teófilo Pérez de Tegueste, junto con la Asociación de Verseadores Canarios Ocho Silabas que volverán a  recitar los versos de Maccanti.

A continuación, Elvira Tricás Martínez de la Peña leerá los poemas 'Unas manos'; 'Cuerpo en que vivo'; 'Con la luz que sea suya', y 'Amor o nada', acompañada al chelo por Elsa Mateu Tricás

J.J. Armas Marcelo, ganador de la IV edición de Premio Francisco Umbral

  

J. J. Armas Marcelo Armas Marcelo [Leer Más] ha ganado por unanimidad la IV edición del Premio Francisco Umbral al libro del año por su novela Réquiem habanero por Fidel. Una novela en la que Walter Cepeda, coronel retirado de la Seguridad del Estado, recibe una llamada de su hija desde Barcelona que le anuncia la muerte de Fidel Castro. Walter pertenece a un mundo que poco a poco se ha ido desmoronando, ha abandonado todo idealismo para caer en la pobreza, el aislamiento y la corrupción. La noticia desata en él un torrente de recuerdos. A oscuras, en la más absoluta soledad, hace balance de los sueños y los fracasos propios y ajenos hasta componer el epitafio de una época heroica y definitivamente perdida.

Este premio es otorgado por la Fundación Francisco Umbral que se puso en marcha el 12 de enero de 2009 con el objetivo de promocionar la obra de este autor, tanto literaria como periodística, además de servir como fomento de la cultura literaria y periodística en todo el mundo de habla hispana.
El jurado que ha fallado el premio ha estado compuesto por: Manuel Llorente, César Antonio Molina, Fanny Rubio, Santos Sanz Villanueva, Fernando Rodríguez Lafuente, Carlos Aganzo y Juan Cruz. Este galardón reconoce la creación literaria al mejor libro del año escrito en lengua castellana y editado durante el año 2014.

El proceso, de Kafka

 

Esta novela se suele encuadrar en el género de novela del absurdo o novela existencialista. No sé en cuál de ellos la incluiría yo, ya que su lectura me ha resultado dificultosa por la manera que tiene de tratar el tema: la justicia. A través de sus páginas asistimos al proceso de K., un hombre de treinta años al que le achacan no se sabe qué delito y que lucha por averiguarlo y por intentar resolverlo. Lo hace de todas las maneras que sabe, acudiendo a familiares, conocidos, o desconocidos y su lucha no obtiene recompensa. La justicia está corrompida y está llevada por unos organismos superiores que lo controlan absolutamente todo y que no informan al acusado de absolutamente nada. El protagonista es manejado como un títere, a pesar de que él intenta mantener su independencia: despide a su abogado, desobedece las órdenes del Tribunal, intenta tomar la iniciativa, minimizar su problema... Lo que en un principio no coarta su libertad de movimientos acabará con su vida de una manera cruel y despiadada, constituyendo una sorpresa para el lector, que se encuentra sumergido -al igual que el propio K.- en una atmósfera cada vez más asfixiante. Nunca el adjetivo kafkiano tuvo más sentido que en este relato. Lectura recomendable.

Arquitectura griega

En Cultura Clásica estamos viendo la arquitectura griega. Con este vídeo pretendemos completar nuestros conocimientos sobre la misma.

Maresía, de Lola Suárez

Poético, bello y utópico relato el que conforma esta novela juvenil escrita por Lola Suárez. Ya su título es una de las palabras más bonitas de nuestro léxico: maresía ("aire cargado de humedad marina en las zonas cercanas a la orilla del mar" o también "olor a mar que se percibe en tierra hasta cierta distancia de la orilla") e igual de bellas son las referencias que de ella nos ofrece su autora a lo largo de la obra:

Otra vez se paró, respiró profundamente el aire cargado de salitre que le traía mensajes de algas, de peces y noches en vela, pendiente de una liña, de una red (pág. 10).

El abuelo repasó las tres palabras como si fuera ciego y las leyera con las puntas de los dedos, saboreando con el alma el tacto fresco, como de cristal, que la maresía dejaba sobre todo lo que había en la playa (pág. 13).

-Cuando te cuento mis aventuras en el mar, es como si volviera allí: por eso tengo la cara mojada y con gusto a sal: es la maresía, que empapa todo lo que tiene a su alcance (pág. 16).

El argumento gira en torno a Juan, un pescador retirado que pasa sus horas de soledad en la playa junto a su barca, la María del Mar. Allí  pone al corriente a su esposa fallecida de todas las novedades del día, y allí conversa con sus amigos Marcial y don Gregorio. Un día, su nieto Ginés -con el que tenía una relación muy estrecha cuando era pequeño, pero que se ha ido distanciando de él desde que cruzó el umbral de la adolescencia- se entera de que el Ayuntamiento quiere urbanizar la playa y destruir el refugio que se ha construido su abuelo, donde guarda su barca. Para evitarle ese disgusto, Ginés y sus amigos se movilizarán a fin de intentar parar el proyecto. No estarán solos en esta aventura, les acompañarán Antonio Martín -el periodista-, Agustina -la líder de la oposición-, los ecologistas y los habitantes de la localidad que no quieren ver su playa convertida en un mar de hamacas y sombrillas, bares, terrazas y edificios de apartamentos. La utopía aparece al final del relato, cuyo desenlace se aleja bastante de la cruda realidad.

Destacan en la novela los valores del respeto a los mayores y a las tradiciones, la solidaridad, los sentimientos y la ecología; además del lenguaje que utiliza, con proliferación de palabras procedentes del léxico canario.

Lectura muy recomendable.