Mueren Harper Lee y Umberto Eco

La literatura está de luto. Este fin de semana han fallecido dos grandes escritores: Harper Lee [Leer más], autora de Matar un ruiseñor; y Umberto Eco [Leer más], autor de El nombre de la rosa. 

Mientras seamos jóvenes, de José Luis Correa

En esta novela el detective Ricardo Blanco tendrá que resolver un nuevo caso. Esta vez se trata de demostrar la inocencia del profesor de patología animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Jorge del Amo, acusado del asesinato de una alumna suya: la estudiante de doctorado Paola Bortolucci. Éste llama a Blanco desde la cárcel del Salto del Negro en la que se encuentra ingresado y el detective acepta llevar a cabo una investigación para encontrar al verdadero culpable en el caso de que del Amo sea inocente, tal y como él se declara. Ricardo Blanco tendrá que solventar muchas dificultades, entre ellas la oposición de su novia que no entiende cómo puede defender a un hombre tan impresentable como del Amo que arrastra fama de arrogante, maltratador y mujeriego, pero consigue descubrir al asesino. Situada la acción en la capital grancanaria, como el resto de sus obras pertenecientes al género de novela negra, este relato trata temas de actualidad: violencia de género, intrigas académicas, inmigración, xenofobia, lentitud de la justicia, burocracia, etc. Logra captar la atención del lector y mantenerla hasta el final descartando sospechosos, uniendo indicios y siguiendo todos los pasos de Blanco y su secretaria con sus aciertos y errores. Alusiones literarias -especialmente apropiada es la del poema de Lope de Vega- y a letras de canciones en momentos muy concretos de la narración (Lucía de Serrat) que enriquecen el relato de los hechos. El ritmo es ágil y el lenguaje logra reflejar, quizá con excesiva dureza, la violencia del crimen. Llama la atención el cameo del rector de la ULPGC. Lectura recomendable.

Fortunata y Jacinta, de Benito Pérez Galdós

¿Qué puedo añadir yo de una novela de la calidad de Fortunata y Jacinta que no hayan dicho otros? Hay muchos estudios sobre ella que han puesto de manifiesto su valía, no en vano es considerada la obra cumbre de Benito Pérez Galdós. Como lectora sólo he de decir que me ha emocionado aún más que la primera vez que la leí años atrás: su argumento, sus personajes, su ambiente, sus descripciones, todo, en definitiva, contribuye a que el lector se deje llevar por sus páginas y siga las visicitudes de las dos protagonistas que le dan nombre y que sufra con ellas; que llegue a odiar a Juanito Santa Cruz por su falta de conciencia, su actitud despreciativa y su irresponsabilidad; que se conmueva con Maxi y con el amor que profesa a su mujer; que se asombre del amor incondicional de ésta por el Delfín; que valore la tenacidad de Guillermina en llevar a buen puerto sus obras de caridad; que reconstruya el Madrid decimonónico y se sumerja en él y en sus acontecimientos políticos; y que se apiade de las miserias que sufre su pueblo. Realmente inconmensurable.

Para concluir, las palabras de Maximiliano Rubín al final del relato:

-¡Si creerán estos tontos que me engañan! Esto es Leganés. Lo acepto, lo acepto y me callo, en prueba de la sumisión absoluta de mi voluntad a lo que el mundo quiera hacer con mi persona. No encerrarán entre murallas mi pensamiento. Resido en las estrellas. Pongan al llamado Maximiliano Rubín en un palacio o en un muladar... lo mismo da.

Carnaval

Ya estamos en época de Carnaval y para ilustrarla hemos elegido un fragmento de La careta desdeñada, de Alonso Quesada.

En todas las tiendas humildes, en las tiendas donde nos venden los garbanzos, han aparecido estos días las caretas, pendientes de un hilo que cruza de lado a lado el almacén. Son las caretas de tres perras para los chicos que se han de vestir de Pierrot el próximo domingo de Carnaval.
Estos muchachos comprarán su careta el sábado y el domingo entrarán en su casa con ella puesta. La sostendrán con la mano y se la quitarán a cada momento.
Estos muchachos tienen todos un hermano pequeño que es a quien va dirigido el disfraz y la máscara.
Las caretas son iguales. Unas tienen bigotes de mosquetero y otras de dandy. Los chicos que apenas levantan media vara del suelo se colocarán estas caretas embigotadas, y con una trompeta de aluminio pasearán la acera donde están sus casas. Estas caretas no tienen más interés. 
...

Sólo usamos 2.000 palabras de las 94.000 del diccionario

El empobrecimiento acelerado del uso del lenguaje está muy ligado a la inmediatez y brevedad que imponen las redes sociales, pero éstas también podrían contribuir a su recuperación. Ésta es la intención de una original y necesaria iniciativa www.latiendadelaspalabrasolvidadas.com, de la agencia de comunicación Proximity. Tan sólo se trata de compartir en las redes las palabras que queramos salvar, para evitar que apenas utilicemos 2.000 de las 94.000 disponibles en el diccionario. Tal como comenta Eva Santos, su directiva creadora general, "hay palabras aceptadas por la Real Academia Española que hace tiempo no decimos, tuiteamos y posteamos. Palabras olvidadas que no deberían perderse porque son patrimonio de nuestro patrimonio cultural". Ir a la página