Magnífico relato escrito por Thomas Mann. Esta novela corta narra la peripecia vital del escritor alemán Gustav von Aschenbach desde que siente la necesidad imperiosa de viajar -a raíz de una visión que tiene en el cementerio de la ciudad de Munich- hasta su muerte. Primero se dirige a una isla del Adriático en la que no se siente a gusto y finalmente se instala en Venecia, ciudad en la que ya había estado anteriormente. Pretende con ello romper su rutina y recuperar la inspiración perdida. Hedonista convencido, su mundo se viene abajo cuando coincide en el hotel con el adolescente polaco Tadzio y su familia. Es tal la belleza de este joven, que el maduro Gustav no cesa de contemplarlo primero y desearlo después. Para justificar su actitud, el intelectual recurre a las mil y una argucias que van desde el reconocimiento de la belleza hasta su comparación con la relación que sostuvieron los clásicos Sócrates y Platón con jóvenes efebos. Renuncia a su dignidad y llega a convertirse en un ser grotesco que no duda en cambiar su imagen, aconsejado por el peluquero del hotel, para parecer más joven y hacer que Tadzio se fije en él. Pero este acercamiento no pasa del plano intelectual, ya que Gustav siente verdadero pavor a ir más allá y ser rechazado, se conforma con ser un voyeur y perseguir al objeto de su adoración por las calles de Venecia. Jamás intercambian una palabra, sólo miradas que el escritor interpreta a su modo, ya que el lector carece de elementos de juicio suficientes para saber si estas miradas son reales o fruto de su imaginación. La situación se prolonga en medio de una epidemia de cólera que asola la ciudad, que provocará la marcha de Tadzio y su familia, justo el día en que en medio de una de sus asechanzas desde la tumbona que ocupaba en la playa para contemplar los movimientos de Tadzio, Gustav muere viendo o creyendo ver un gesto cómplice del joven que le invita a seguirle en su camino a la eternidad.
El proceso psicológico que sufre el escritor está magistralmente descrito por el autor, lo mismo que el ambiente decadente de la ciudad de Venecia. Lectura imprescindible.
La obra fue llevada al cine por Luchino Visconti en su película Muerte en Venecia. Ha inspirado también una ópera homónima de Benjamin Britten.
