27 enero 2012

Víctor García de la Concha, nuevo director del Instituto Cervantes

El exdirector de la Real Academia Española, Víctor García de Concha, ha sido elegido nuevo director del Instituto Cervantes, según ha anunciado este viernes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, tras el Consejo de Ministros.
Este anuncio se produce una semana después del rechazo del Premio Nobel Mario Vargas Llosa a la oferta realizada por el Gobierno de Mariano Rajoy para presidir el Instituto Cervantes. Según explicó el escritor peruano, sus compromisos actuales le impiden dedicarse de manera exclusiva a dirigir la entidad.
Víctor García de la Concha (Villaviciosa, Asturias, 1934), licenciado en Filología por la Universidad de Oviedo y en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma, fue director de la Real Academia Española desde 1998 hasta 2010, año en el que abandonó el cargo, tras haber cumplido ya su tercer mandato, concedido a título extraordinario, ya que lo habitual son dos.
En 1992, ingresó en la RAE como miembro de número, ocupando el sillón con la letra "c" y al año siguiente fue nombrado secretario. En 2009, fue galardonado con el Premio Lázaro Carreter y en 2010 el rey Juan Carlos le nombró caballero de la Orden del Toisón de Oro.
Asimismo, trabajó como profesor agregado y catedrático en diversos institutos de España y en universidades, como las de Valladolid, Murcia y Zaragoza, hasta que obtuvo la cátedra de literatura española en la Universidad de Salamanca.

Donación de Muñoz Molina a la Biblioteca Nacional

Cuadernos de notas tomadas de libros y periódicos, borradores de novelas, poemas inéditos de juventud y una obra de teatro escrita en 1974 pero aún no publicada son algunos de los documentos personales que el escritor y académico Antonio Muñoz Molina (Úbeda, 1956) ha donado a la Biblioteca Nacional (BNE). Todo ello servirá para que los estudiosos de su obra "puedan comprobar que los procesos de creación literaria son muy azarosos; algo que parece tan organizado cuando se lee un libro puede venir de casualidades, y siempre de un gran esfuerzo", dice el autor por teléfono desde Nueva York.
Todo comenzó hace un par de años. La directora de la BNE, Glòria Pérez-Salmerón, envió varias cartas a escritores invitándoles a que entregarán sus papeles para facilitar la labor de los investigadores. Cuando Muñoz Molina recibió esta misiva estaba fuera de España: "Me pareció una idea estupenda". El autor de Sefarad añade que esa petición y "el recuerdo de una entrevista del escritor británico Alan Bennett en la que decía que había donado sus papeles" le sirvieron para tomar una decisión. "Se trata de un acto de restitución a la sociedad. Yo soy militante de lo público, de la educación y sanidad públicas, y en vez de vender los documentos preferí donarlos. La Biblioteca Nacional me parece el lugar donde mejor pueden estar, para que los consulten los especialistas".
Lo que este autor, colaborador de EL PAÍS, ha dado a la BNE abarca "cartas de lectores, de escritores, cuadernos de trabajo, manuscritos, notas de lectura...", enumera Muñoz Molina. Desde la BNE, la jefa de su departamento de Adquisición, Yolanda Ruiz, concreta el legado: un borrador de El jinete polaco; apuntes para redactar los capítulos de El viento de la luna; dos cuadernos de trabajo para Plenilunio; papeles preparatorios de La noche de los tiempos... aunque lo que más destaca es el primer borrador de la obra Beatus Ille, "que permitirá a los expertos compararlo con la versión final". ¿Y algo curioso? Esta investigadora menciona "las invitaciones a actos que recibe el escritor y que él utiliza para tomar notas, y los eslóganes políticos que copia como ideas para su obra". En ese rastreo de los documentos, Ruiz advierte en este autor "una forma de trabajar meticulosa y metódica". Lo depositado en la BNE se trata, en conjunto, de una primera entrega "a la que seguirá otra con dos cajas de cartas personales", agrega Ruiz.
Muñoz Molina afirma que de vez en cuando "está bien limpiar el cuarto y desprenderse de cosas". De esas "cosas", el escritor subraya "los cuadernos con titulares de periódicos" que utilizó para La noche de los tiempos, novela que trata de la España de la II República. "También, el material para contar el proceso judicial de Plenilunio".
¿Alguna sorpresa mientras rebuscaba? "Bueno, he encontrado algunos textos relacionados con la génesis de El jinete polaco que creía perdidos, no me esperaba volver a verlos".
Otros archivos
El jienense se suma así a otros escritores españoles cuyo archivo también se encuentra en la BNE, como Jorge Guillén y Joan Margarit. Ahora comenzará el proceso de estudio y catalogación de los documentos.
Esta institución ha destacado en un comunicado que dispone de una aplicación informática "creada expresamente para procesar los archivos personales" que permite una completa descripción de cada documento para que no se disgreguen, sino que se mantengan "como un conjunto unido, tal y como estaban en posesión del autor". Ruiz subraya que la BNE garantiza "la preservación y seguridad óptimas de este archivo", que por ahora solo podrán consultar investigadores, aunque en un futuro estará digitalizado para que puedan curiosear los lectores de la obra de este autor al que la comunicación oficial de la BNE sorprendió dando clase en Nueva York.

26 enero 2012

Recetario publicado por el Instituto Cervantes

¿Quiere preparar un cebiche peruano como el que cita Fernando Iwasaki en Inmenso Estrecho II, una enchilada mexicana como la citada en Tinísima, de Elena Poniatowska, un sándwich de chola boliviano a la manera de Palacio quemado, de Edmundo Paz Soldán, o el tacacho que preparaban en Pantaleón y las visitadoras, de Vargas Llosa?
El Instituto Cervantes acaba de publicar El sabor de la eñe, un recetario con 59 propuestas para preparar entradas, platos principales, postres o bebidas, que figuran en algunas de las novelas más conocidas de autores españoles o latinoamericanos (Almudena Grandes, Laura Restrepo, César Aira, Alfredo Bryce Echenique o Santiago Roncagliolo, entre otros). Arepas venezolanas, humitas ecuatorianas, ajiacos colombianos, tamales cubanos, tortilla de patatas española, cebiche peruano, sancocho panameño o alfajores chilenos… algunos de los platos más representativos del mundo hispanohablante figuran en el recetario.
Ahí va una propuesta de menú (entrada, plato principal y postre) con eñe.

Alboronía: fritada de berenjenas, tomate, calabaza y pimiento, todo ello picado y revuelto.
“Cuando el general abrió los ojos se dio cuenta de que el reloj seguía en la una y siete. José Palacios le dio cuerda, lo puso de memoria, y enseguida confijmó que era la hora correcta en sus dos relojes de leontina. Poco después entró Fernanda Barriga y trató de hacerle comer al general un plato de alboronía”. El general en su laberinto. Gabriel García Márquez. (Colombia)

Cebiche: preparación tradicional peruana a base de pescado crudo, marinado en jugo de limón y especias, que generalmente se acompaña con maíz y batatas.
“Pero no importa, porque yo también me voy a mandar con un cebiche mentiroso, o sea, sin rocoto, sin choclo y sin limón… Endemás aquí nuay buen pescao pal cebichito: nuay cojinova, nuay tollo, nuay corvina y a los lenguaos diaquí hay que prepararlos con lupa”. Inmenso estrecho II. Fernando Iwasaki. (Perú)

Bartolillo: pequeño pastel de pascua típico de Madrid, generalmente, de forma triangular, y relleno de crema dulce.
“Hortensia efectuó el encargo a la manera inmortal de las señoras del barrio de Salamanca: primero se caló las gafitas de la miopía leve y después retrocedió dos pasos para abarcar el surtido desplegado a la altura de las piernas de un adulto. Tuvo así que arquear la cintura hasta el nivel expuesto y ladear el rostro para distinguir la mercancía a través del cristal. Y con esa insinuación de su cuerpo que Hortensia no exageró, segura de que le bastaba para coronarse reina de corazones, fue destacando, uno a uno, los bartolillos que elegía, con una dicción afianzada en el perfecto conocimiento de la materia”. Romanticismo. Manuel Longares. (España)

22 enero 2012

Bicentenario del nacimiento de Charles Dickens


Fueron solo unos meses, pero cambiaron la historia de la literatura. Acababa de cumplir 12 años cuando, el lunes 9 de febrero de 1824, empezó a trabajar en la fábrica de betún Warren, en el número 30 de Hungerford Stairs, en una zona industrial de Londres, insalubre e infestada de ratas. Las jornadas se prolongaban durante 10 horas, con una pequeña pausa para comer. El salario era de seis o siete chelines a la semana (unos 30 euros en la actualidad). “Fue el acontecimiento más importante de la vida de Charles Dickens”, explica el escritor Peter Ackroyd, cuya sólida biografía del novelista, Dickens. El observador solitario, acaba de editar Edhasa en España. “Es algo que siempre tuvo presente. Creo que gran parte de su energía creadora nace en esa infancia y su visión del mundo se forja en aquellos momentos”. “Todo mi ser se sentía tan imbuido de pesar y humillación al pensar en lo que había perdido que incluso ahora, famoso, satisfecho y contento, en mis ensoñaciones, cuando rememoro con tristeza aquella época de mi vida, muchas veces me olvido de que tengo una mujer y unos hijos, incluso de que soy un hombre”, le confesó a su amigo John Forster, autor de la primera biografía del escritor (The live of Charles Dickens). Forster ya señaló que el germen de David Copperfield surgió entre tarros de betún en aquellos talleres junto al Támesis. En el clásico ensayo de 1940, Dickens, The Two Scrooge, Edmund Wilson apuntaba también que aquel periodo de trabajo infantil, con su padre encarcelado a causa de las deudas, fue crucial en la formación literaria y humana del escritor.
Los 200 años del nacimiento de Dickens, que se conmemoran el próximo 7 de febrero, se han convertido en el acontecimiento literario de la temporada. Exposiciones, nuevas versiones en cine y televisión de sus libros, biografías, ensayos, representaciones. El mastodóntico Waterstone’s de Bloomsbury, una de las librerías más grandes de Londres, situada en el barrio literario y universitario por antonomasia —y en el que residió Dickens gran parte de su vida—, recibe al visitante con un escaparate lleno de títulos sobre el narrador, algunos tan contemporáneos como Charles Dickens in Cyberspace, de Jay Clayton, y otros tan sugerentes por sus ramificaciones políticas como La situación de la clase obrera en Inglaterra, de Friedrich Engels (Marx escribió sobre el autor de Grandes esperanzas que “había proclamado más verdades de calado social y político que todos los discursos de profesionales de la política, agitadores y moralistas juntos”).
Sin embargo, todo este despliegue tiene algo de innecesario, porque Dickens jamás se ha ido. “Siempre ha estado presente, nunca ha dejado de ser una fuerza viva de la cultura británica”, señala Ackroyd, autor de numerosas biografías, de Shakespeare y de Londres (ambas en Edhasa), entre otras. “Sus novelas han sido llevadas al cine de manera constante, se han rodado series de televisión desde que tengo memoria, sus libros son reeditados y leídos una y otra vez. No creo que haya habido ningún periodo desde su muerte en que no haya sido admirado universalmente”. “Dickens está en todos los ámbitos de la cultura británica”, asegura el historiador Alex Werner, conservador del Museo de Londres, comisario de la exposición Dickens y Londres, que puede verse hasta el 10 de junio, y coautor junto a Tony Williams del libro que acompaña la muestra, Dickens’s victorian London (1831- 1901). Desde su muerte en 1870, se han publicado cerca de cien biografías, empezando por la de Forster en 1872. Estas últimas semanas han aparecido reseñas en casi todos los grandes diarios anglosajones de las dos últimas, Charles Dickens, A life, de Claire Tomalin —que ya había publicado un relato de la vida de la esposa del novelista, Catherine—, y Becoming Dickens. The invention of a novelist, un ensayo literario de Robert Douglas-Fairhurst.

Vargas Llosa rechaza la presidencia del Instituto Cervantes

El premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa rechazó el ofrecimiento de liderar el Instituto Cervantes hecho por el gobierno conservador español, al argumentar que el cargo es incompatible con su labor de escritor y los compromisos que ya tiene adquiridos, informó el viernes una persona ligada al escritor.
No obstante, Vargas Llosa se comprometió a colaborar con la institución, dijo una vocera del autor que habló a The Associated Press bajo condición de anonimato.
Es la segunda vez que Vargas Llosa declina la dirección del Cervantes, tras una primera negativa en 1996 por razones similares.
La oferta del gobierno del Partido Popular al Nobel trascendió el miércoles. El ministro del Exterior, José Manuel García-Margallo, declaró que la idea era convertir a Vargas Llosa en embajador de la cultura iberoamericana en el mundo.
El Instituto Cervantes fue creado por España en 1991 para la promoción y la enseñanza de la lengua española y para la difusión de la cultura española e hispanoamericana.

18 enero 2012

El Gobierno ofrece a Vargas Llosa la presidencia del Instituto Cervantes

El Gobierno del Partido Popular, por medio de los ministerios de Asuntos Exteriores y Cultura, ha ofrecido a Mario Vargas Llosa la presidencia del Instituto Cervantes. En estos momentos, el Premio Nobel sopesa la proposición, que de ser aceptada por su parte conllevaría algunos retoques indispensables en el organigrama del Instituto que vela por la promoción exterior de la lengua y de la cultura españolas. En la actualidad, la máxima autoridad de la institución es el director, que en adelante seguiría siendo un cargo ejecutivo, pero bajo la supervisión y directrices del presidente.
En el caso de que el autor de La fiesta del chivo aceptara esta oferta, su perfil sería de un gran peso institucional y también simbólico: una figura cercana a lo que podría ser una especie de gran embajador del español en el mundo desde el punto lingüístico y cultural. El innegable aura de prestigio que rodea a Vargas Llosa -no solo en lo estrictamente literario, sino también como referente cultural y, más allá de eso, como dueño de una privilegiada agenda política gracias a sus relaciones con mandatarios de todo el mundo- constituye el argumento definitivo para que el Gobierno vea en él el candidato ideal.
La propuesta lanzada desde el Gobierno a Vargas Llosa viene a certificar el prioritario peso que el gobierno de Mariano Rajoy quiere otorgar al Cervantes, dentro de una ambiciosa estrategia de acción cultural exterior.
Cuando José María Aznar fue presidente del Gobierno ya ofreció a Mario Vargas Llosa que se hiciera cargo del Cervantes. En aquella ocasión el escritor rechazó la propuesta. De aceptar ahora, el nombramiento pasaría al Consejo de Ministros del viernes.

Décimo aniversario del fallecimiento de Camilo José Cela

Ayer se cumplieron diez años de la muerte del novelista Camilo José Cela, que recibió entre otros el Premio Nobel de Literatura en 1989 y el Premio Cervantes en 1995. Fue autor de varias obras entre las que destacamos La familia de Pascual Duarte, La Colmena, Mazurca para dos muertos, La cruz de San Andrés, Oficio de tinieblas 5 y Viaje a la Alcarria.

15 enero 2012

Vargas Llosa prepara un ensayo sobre la actual banalización de la cultura



Mario Vargas Llosa, aparte de un novelista laureado, es un agudo observador de la realidad social. Pronto los lectores españoles tendrán la oportunidad de leer un sugestivo ensayo del autor de Conversación en la catedral. El 11 de abril Alfaguara publicará La civilización del espectáculo, un texto que la editorial no duda en calificar de "demoledor". El ensayista arremete en esta ocasión contra la "creciente banalización del arte y la literatura".
El amarillismo rampante de la prensa y la frivolidad que aqueja al mundo de la política son síntomas de ese discurso trivial que impregna la cultura y la sociedad. Vargas Llosa está preocupado por la "idea suicida" que domina la mentalidad contemporánea según la cual el único fin en la vida es pasárselo bien. "Este pequeño ensayo no aspira a abultar el elevado número de interpretaciones sobre la cultura contemporánea, solo a dejar constancia de la metamorfosis que ha experimentado lo que se entendía aún por cultura cuando mi generación entró a la escuela o a la universidad y la abigarrada materia que la ha sustituido, una impostura que parece haberse realizado con facilidad, en la aquiescencia general", argumenta Vargas Llosa.
No es la primera vez que el creador de la La ciudad y los perros se ocupa de la supeditación de todos los valores a la industria del entretenimiento. En un artículo publicado en la revista 'Letras Libres' en 2009, Vargas Llosa acuñaba por primera vez el término que da título a su ensayo. En el extenso comentario el escritor abominaba del adocenamiento de la cultura. No en vano, según el novelista, vivimos en el imperio de la cultura 'light'. El arte, la literatura y el cine se han trivializado de tal manera que el espectador y el lector viven la ilusión de ser cultos y estar a la vanguardia de todo con el mínimo esfuerzo intelectual.
Como ejemplo de la entronización de lo superficial, el Nobel destaca la dictadura de la cocina y la moda. No en balde, los chef y los modistos han usurpado el espacio que antes ocupaban los científicos, los compositores y los filósofos. Este fenómeno se debe en buena medida, según el parecer del ensayista, a la práctica desaparición de la crítica cultural, que se refugiado en la universidad. La suerte de un libro o de un artista ya no se dirime en los suplementos de los periódicos, sino en espacios televisivos como el conducido por Oprah Winfrey.
En la sociedad del espectáculo el cómico es el rey. ¿Cómo si no entender el ascenso de Ronald Reagan o Arnold Schwarzenegger a la cúspide del poder? Muchas de estas circunstancias culminan en el desprestigio del intelectual. Antaño el hombre ilustrado desempeñaba un papel preeminente en la vida cultural. Ocurría así en la Grecia de Platón y en la Inglaterra de Bertrand Russel. Si Ortega y Gasset levantara hoy la cabeza no encontraría ningún par con el que debatir. La influencia de un Émile Zola en el caso Dreyfus es impensable en la sociedad actual. Solo si el intelectual entra en el juego de la civilización del espectáculo y se convierte en un bufón tiene posibilidades de que su mensaje prospere.
"Ahora, más bien, lo que llamamos cultura es un mecanismo que permite ignorar los asuntos problemáticos, distraernos de lo que es serio, sumergirnos en un momentáneo 'paraíso artificial', poco menos que el sucedáneo de una calada de marihuana o un jalón de coca, es decir, una pequeña vacación de irrealidad", argumenta Vargas Llosa en el prólogo del libro, adelantado con motivo de los 1.000 ejemplares de 'Babelia', el suplemento cultura de 'El País'.
Vargas Llosa coincide con Giovanni Sartori en que la primacía de las imágenes sobre las ideas conduce a una depauperación del pensamiento y a que los libros sean relegados a un segundo plano a favor de la televisión, el cine e Internet. Desde que Duchamp persuadió a las élites culturales de que la taza de un váter podía ser una obra de arte, han proliferado como setas los embaucadores. La autocracia de lo banal canoniza a impostores como Damien Hirst, capaz de engañar a un millonario candoroso para que pague doce millones y medio de euros por un tiburón conservado en formol y guardado en un recipiente de vidrio.
Y en política, qué ha ocurrido. Pues que importa más la corbata del candidato que sus ideas. Hasta Francia, que se vanagloriaba de ser la patria del ejercicio de la política entendida como el cotejo de doctrinas, ha sucumbido a la frivolidad reinante y permanece en vilo por lo que sucede en el Palacio del Elíseo… de Carla Bruni. Si esto sucede, razona Vargas Llosa, es por la claudicación de una prensa que se refocila con el escándalo, el chisme, la catástrofe, los crímenes y las perversiones sexuales.

13 enero 2012

José Manuel Caballero Bonald se despide de la creación literaria con "Entreguerras"



José Manuel Caballero Bonald (Jerez de la Frontera, 1926) condensa su vida en el libro 'Entreguerras', compuesto por un único y largo poema que actúa como "compendio de últimas voluntades" porque es un recuento de hechos vividos, experiencias dispersas, recuerdos y libros leídos, explica el autor.
"Cuando miro atrás es como si me asomara a un pozo sin fondo" reconoce el poeta, para quien estos versos tienen algo de "testamento", de "acabamiento" y de "punto final" porque considera el porvenir "muy estrecho" y el futuro al que mira solo tiene la palabra "mañana".
En este sentido, reconoce que no tiene en proyecto escribir ningún libro, salvo una recopilación de textos y comentarios de los libros leídos y admirados, de autores desde Cervantes a Cesar Vallejo y que publicará en 2012, también de la mano de Seix Barral.
Pero mientras tanto, 'Entreguerras' o 'De la naturaleza de las cosas' es la autobiografía poética de José Caballero Bonald en un sentido doble de vida contada y poesía revisitada; los hechos recordados y el eco de la propia obra son la geografía que habita el poeta.
Y en su 'patria' madrileña, rodeado de libros, alguna litografía de Miró e instrumentos de navegación, Caballero Bonald se muestra tranquilo y asegura que la poesía es un "estado de ánimo" y "un tono" que no se elige, producto de "estímulos" y "que te obligan a explicarte a ti mismo a través de los versos". "Esto sucede de pronto y de pronto, no hay posibilidad de hacerlo".
Y en este caso, Caballero Bonald ha querido explicarse con un largo poema, sin rima ni metro prefijados, y sin signos de puntuación, salvo exclamaciones e interrogaciones, en un intento por mostrar el "flujo y reflujo" de la memoria, tan selectiva y tan caprichosa, que puede hasta "inventar recuerdos", subraya.
No obstante, comprende que estos versos puedan resultarle algo complicados al lector y reconoce que en el libro hay "zonas oscuras" al igual que las que aparecen en su propia vida y que reflejan la parte de vida "más interiorizada". "Me interesa la literatura como sustitución de la realidad, que pueda crear una nueva realidad; la realidad de la belleza del lenguaje", precisa.
En esta misma línea, señala que por las páginas de 'Entreguerras' resuenan las voces de poetas como Virgilio, Góngora, Juan de la Cruz, Garcilaso, Juan Ramón Jiménez, Rimbaud, Bécquer, Cernuda, Ibn Arabi, Quevedo, Cesar Vallejo, Valente, Mallarmé, Gimferrer, Luis Rosales o Gonzalo Rojas.
"Siempre he tratado de ahondar en mi propia memoria en busca de explicaciones para intentar comprender esa oscuridad", reconoce José Caballero Bonald, quien ha recibido infinidad de premios, entre ellos el de las Letras (2005) y el Nacional de Poesía (2006).




Sus galardones, sus libros de memorias y los amigos fallecidos muestran una vida plena, de un autor abonado al hedonismo y a los "placeres cotidianos". "Lo que te ofrece la vida hay que aprovecharlo", exclama el autor, recordando los tiempos en que el alcohol y la nocturnidad, guiaban su vida. "No me arrepiento de nada, e incluso lo tengo a gala", afirma.
A este respecto, explica que tanto él como sus compañeros de generación usaban la noche como "una forma clandestina de vivir" en tiempos de censura, y la bebida, se convertía en un elemento de "oposición al sistema" y a la dictadura franquista. "Era como una rebeldía personal", admite.
De esas noches ya solo le quedan los recuerdos y asegura ser un "superviviente" de una generación que compartía conversaciones, bebida y textos literarios. De todos ellos, Caballero Bonald recuerda especialmente a Juan García Hortelano y Ángel González, "mis amigos del alma", reconoce.
También añora espacialmente su época en Bogotá donde escribió su primera novela y en donde conoció a Gabriel García Marquez y Juan Rulfo, y en donde también tuvo a su primer hijo. Pero de todos los autores de la otra orilla, Caballero Bonald señala especialmente a Juan Carlos Onetti, "el gran Cervantes del siglo XX", subraya.
Respecto a la actualidad y a los compañeros intelectuales y escritores, Caballero Bonald señala que ya no se "implican" y que existe una actitud "acomodaticia" "de no querer intervenir y de permanecer un poco al margen", explica.
No obstante, destaca la "rebeldía" de los indignados y el movimiento 15M y denuncia los tiempos de "intranquilidad y alarma" y crisis universal que estamos viviendo. En este sentido señala el contraste entre la abundancia de ricos frente al crecimiento de pobres. "Me alarma, y creo que es un futuro poco apetecible".
No obstante, advierte que las nuevas tecnologías y el libro electrónico, e incluso la crisis económica van a cambiar "el rumbo de la literatura". "Y En unos años aparecerá en la literatura el reflejo de esta situación anómala".
Caballero Bonald (Jerez de la Frontera, Cádiz. 1926) es Licenciado en Filosofía y Letras, poeta, novelista y ensayista. Durante diez años ejerció la docencia en la Universidad Nacional de Colombia, donde impartió clase de Humanidades y de Literatura Española e Hispanoamericana.
Su primera obra, 'Las adivinaciones', data de 1952 y se incluye dentro de la generación poética del 50. Como poeta ha obtenido numerosos premios, entre ellos el Boscán, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el de la Crítica. Es autor también de 'Descrédito del héroe', 'Diario de Argónida', 'Somos el tiempo que nos queda' o 'Manual de infractores'.
Su entrada en la narrativa fue más tardía. Su primer trabajo, 'Dos días de septiembre', consiguió el premio Biblioteca Breve. Siguieron novelas como 'Agata ojo de gato' (que también fue Premio de la Crítica), 'Toda la noche oyeron pasar pájaros', 'En la casa del padre' y 'Campo de Agramante'.

12 enero 2012



La editorial Anagrama publicará 'Diario de invierno', el nuevo libro del escritor norteamericano Paul Auster primero en edición digital el 19 de enero y posteriormente en papel el 1 de febrero.
Además de ser lanzada con 13 días de anterioridad, los que compren la versión digital tendrán un precio promocional de 10,99 euros, que durará hasta el día en que se publique en papel, que costará 14,99 euros.
Para esta novela, Auster vuelve la mirada sobre sí mismo y parte de la llegada de las primeras señales de vejez, para rememorar episodios de su vida y crear un autoretrato. Un accidente mientras jugaba a béisbol, el descubrimiento del sexo, el recuerdo de sus padres, un accidente en coche en el que su mujer resultó herida, su estancia en París, sus ataques de pánico y alguno de los viajes que ha realizado son algunas de las historias que el escritor ha escogido para elaborar esta novela.
Junto con 'Diario de invierno', la editorial lanzará a partir del 1 de febrero, coincidiendo con su publicación en papel, 'La trilogía de Nueva York' y 'La invención de la Soledad', en la colección 'Otra vuelta de tuerca'.

11 enero 2012

Dudas en torno a Shakespeare


¿Fue William Shakespeare el autor de las obras de teatro más universales de la historia? James Shapiro, profesor de la Universidad de Columbia y experto en la obra de Shakespeare (1564-1616), considera que sí y se ha propuesto explicar el cuando y el cómo surgieron las dudas sobre su autoría. “Con el tiempo, y por todo tipo de razones, artistas e intelectuales destacados de cualquier profesión se han unido a las filas de los escépticos. No se me ocurren muchas cosas más que puedan unir a Henry James y Malcolm X, a Sigmund Freud y Charlie Chaplin, a Helen Keller y Orson Welles, a Mark Twain y sir Derek Jacobi”, escribe Shapiro en Contested Will: who wrote Shakespeare?, que Gredos pone a la venta mañana bajo el título de Shakespeare, una vida y obra desconocidas y del que Babelia publica en exclusiva sus primeras páginas.
“William Shakespeare escribió el teatro y la poesía que se le atribuyen, opinión que no han hecho vacilar los años de estudio dedicados por mí a este asunto (y al final del libro explicaré con cierto detalle por qué pienso así)”, remarca Shapiro, que ya le dedicó la obra Un año en la vida de William Shakespeare: 1599.
Las suspicacias se remontan a 1785, año en que James Wilmot, un estudioso formado en Oxford y que vivía cerca de la localidad natal del dramaturgo, Stratford–upon-Avon, no consiguió en la comarca indicios de su condición. Su conclusión: las obras habían sido autoría de otro dramaturgo, muy probablemente sir Francis Bacon. Shapiro se pregunta en este libro el por qué después de dos siglos hubo tanta gente que comenzó a debatir. “Hay otro misterio —confundido con este a menudo y fácilmente—que no puedo resolver, a pesar de que sigue obsesionando tanto a lo shakespearianos como a los escépticos: ¿cuál fue la causa de que aquel dramaturgo (quienquiera que imaginemos que fuese, él o ella) resultase un autor tan extraordinario?, se cuestiona, convencido de que muchos estudios anteriores existe “material de archivo no cribado y, en algunos casos, desconocido”.
Tras horas de dedicación al autor de Hamlet, Shapiro concluye que la polémica “ha girado en torno a un puñado de ideas que tienen poco que ver con Shakespeare de manera directa, pero que han alterado profundamente la interpretación y lectura de su vida y sus obras”. Ideas que provenían de debates sobre textos bíblicos, discusiones sobre escritos clásicos o de a la aparición de concepciones sobre el yo autobiográfico. “Por mucho que a los partidarios de uno y otro frente de la controversia les guste imaginarse como pensadores independientes, sus opiniones están fuertemente limitadas por unas pocas ideas vigorosas consolidadas en el siglo XIX”. En 1881 eran 254 los estudios, en 1949 se alcanzaron los 4.500. Un debate que sin duda el sólido libro de Shapiro no conseguirá cerrar

10 enero 2012

XXII Festival de Narración Oral "Cuenta con Agüimes"

El Festival de la palabra se asoma por Agüimes el próximo viernes 20 de enero en la apertura de la XXII edición de un evento que reivindica de nuevo "el bálsamo de la oralidad", en palabras de Antonio Morales, alcalde del municipio grancanario. Cuenta con Agüimes es un espacio para la convivencia que trasciende de la mera programación cultural para dar voz a los representantes de una tradición oral que ha sido transmitida entre generaciones.Narradores de España, África y Latinoamérica vertebran la programación de 2012 que se presenta como una "oportunidad para compartir inquietudes y esperanzas" y "festejar nuestra propia globalización", según señala la organización del evento.Los protagonistas del XXII Festival de Narración Oral son: Marcio Grió (Brasil), Hamadoun Tandina (Malí), Celina Pereira (Cabo Verde), Pepe Maestro (Andalucía), Caridad Rodríguez (Cuba), Nelson Calderón (Colombia), Magdalena Labarga (Madrid), Maisa Marbán (Madrid), Antonio González (Alicante), Ana Torrellas (Venezuela) y Narradoras de Sal, proyecto canario que comparten María Buenadicha, Yolanda Ortega y Begoña Perera. La inauguración será el viernes 20, a las 20.00 horas, en el Teatro Cruce de Arinaga, con una función colectiva.Además de las distintas representaciones los días 20, 21, 22, 27, 28 y 29 de enero, Cuenta con Agüimes ha organizado el taller La narración oral y la enseñanza de las habilidades sociales y la autoestima, a impartir los días 27 y 28 por Ana Torrellas Quintero, de La Carátula Teatro. La convocatoria está limitada a un grupo de 25 personas. El plazo de inscripción está abierto hasta el día 26 en la Casa de la Cultura de Agüimes: 928 784582.

09 enero 2012

Tolkien, autor de El señor de los anillos no obtuvo el Nobel porque su prosa era de "segunda categoría"

Puede que «El señor de los anillos» sea el libro más valorado en Reino Unido y que la saga haya logrado vender millones de copias en todo el mundo, pero según documentos recientemente desclasificados J. R. R. Tolkien se quedó sin el Nobel de Literatura porque su prosa era de «segunda categoría», de acuerdo al veredicto del jurado del galardón en 1961.
El misterioso funcionamiento del comité Nobel obliga a que sus divagaciones se mantengan en secreto hasta 50 años después de dictar veredicto, momento en que el archivo de ese año es ceremoniosamente hecho público en la Biblioteca Nobel en Estocolmo. Según la investigación que el periodista sueco Andreas Ekström ha llevado a cabo en los documentos del fallo de 1961 revelados esta semana, aquel año el jurado decidió pasar por alto nombres como los de Lawrence Durrell, Robert Frost, Graham Greene, E. M. Forster o el propio Tolkien y concedió el Nobel de Literatura al escritor yugoslavo Ivo Andrić.
Según recoge «The Guardian», mientras Andrić fue alabado por «la fuerza épica con la que traza los temas y representa los destinos humanos de la historia de su país», otros escritores nominados recibieron poca atención del comité Nobel, tal y como revela Ekström en el periódico sueco «Sydsvenska». Así, según el miembro del jurado Anders Österling, la prosa de Tolkien «no está en modo alguno a la altura de la narración de alta calidad». Robert Frost, por su parte, fue rechazado debido a su «avanzada edad» (tenía 86 en aquel momento), al igual que EM Forster, al que Österling llegó a calificar como «una sombra de lo que fue».
Siguiendo con la terna de escritores propuestos para el Nobel de Literatura en 1961, Lawrence Durrell aportaba, según el comité, «un gusto dudoso debido a su monomaníaca preocupación por las complicaciones eróticas», mientras que el novelista italiano Alberto Moravia «adolece de una monotonía general». Graham Greene, que nunca llegó a ganar el Nobel, quedó «subcampeón» del galardón y la escritora danesa Karen Blixen, autora de «Memorias de África», fue la tercera del podio.
La presencia de Tolkien
Ekström reconoce que lleva «cumpliendo con esta especie de tradición personal y profesional los últimos cinco años y ésta ha sido la primera vez que he visto el nombre de Tolkien entre los candidatos propuestos». Según el periodista, «la Academia mantiene en estricto secreto los archivos durante 50 años. La decisión final se hace pública sin ninguna nota añadida, pero sí se descubren la lista de candidatos propuestos y los comentarios sobre los mismos».
Al parecer, Tolkien fue nominado por su amigo el autor y crítico C. S. Lewis, pero el breve comentario hecho por Anders Österling, el crítico literario dominante en la Academia, fue «bastante agrio». En relación a «El señor de los anillos», Österling dijo básicamente que «el resultado no está, en modo alguno, a la altura de la narración de calidad».

08 enero 2012

Premio Nadal 2012



El escritor santanderino Álvaro Pombo ha ganado el 68º Premio Nadal con su novela de El temblor del héroe, una obra en la que el autor reflexiona sobre la indiferencia. La novela, presentada al premio bajo el seudónimo de Jorge Bruno y el título ficticio de Los amigos de Román, parte de la experiencia que vive un profesor universitario jubilado, que contempla un suceso, y que da pie a Pombo a hablar sobre la indiferencia en la sociedad.
El Nadal tiene una dotación de 18.000 euros y el jurado estaba integrado por Germán Gullón, Lorenzo Silva, Andrés Trapiello, Ángela Vallvey y Emili Rosales.
Nacido el 23 de junio de 1939 en Santander y licenciado por la Universidad Complutense de Madrid en Filosofía y Letras , Pombo se encuentra entre los grandes de las letras hispanas del último cuarto de siglo y está considerado por la crítica como uno de los renovadores del realismo subjetivo, sus narraciones, aparentemente sencillas, están llenas de humor, costumbrismos y simbolismo, y beben de una tradición arraigada en su gusto por los clásicos de la filosofía y la literatura.

06 enero 2012

Cumbres borrascosas, de Emily Brontë



Ayer terminé de releer esta apasionante novela, que me enganchó -siendo una adolescente- a la Literatura definitivamente. Me he vuelto a sumergir en ella y no me ha defraudado. Reconocí aquel pasaje que me emocionó entonces y que volvCursivaió a conseguirlo ahora. Se trata del fragmento siguiente en el que Heathcliff habla con Elena Dean tras la muerte de Linton:

-Te voy a explicar lo que hice ayer. Ordené al sepulturero que cavaba la fosa de Linton que quitase la tierra que cubría el ataúd de Catalina y lo hice abrir. Creí que no sabría separarme de allí cuando vi su cara. ¡Sigue siendo la misma! El enterrador me dijo que se alteraría si seguía expuesta al aire. Arranqué entonces una de las tablas laterales del ataúd, cubrí el hueco con tierra (no el lado del maldito Linton, que ojalá estuviera soldado con plomo, sino el otro), y he sobornado al sepulturero para que cuando me entierren a mí quite también el lado correspondiente de mi féretro. Así nos confundiremos en una sola tumba, y si Linton nos busca no sabrá distinguirnos.

Dicen de Cumbres borrascosas que es la historia de amor más hermosa y trágica de toda la literatura. Y aunque se puede estar de acuerdo o no con semejante aseveración, lo cierto es que las pasiones de los protagonistas principales son turbadoras como pocas, y el sentimiento que recorre todo el libro es verdadero, indómito y poderoso.
Parece una ironía que Emily Bronte, una mujer con una existencia apacible y que vivió casi recluida junto a sus hermanas en Haworth, pudiera crear una historia de furia y pasión como es ésta, donde los personajes se guían por unos instintos que se asemejan más a fuerzas desatadas de la naturaleza que a emociones humanas; excepto los de los dos narradores, que sirven de contrapunto reflexivo —y muy parcial— al resto, los comportamientos de todos los caracteres son salvajes, incontrolables.
Bien es cierto que la narración se resiente un tanto del paso del tiempo, ya que el estilo escogido por la autora resulta hoy día demasiado artificioso: el estilo directo en primera persona es un recurso ingenioso para contar la historia, pero carece de credibilidad narrativa. Nelly es una testigo parcial y muy subjetiva, como lo es el señor Lockwood; además, es evidente que la narración de la sirvienta es un prodigio de «casualidades», al ser espectadora de prácticamente todo lo que ocurre en Cumbres borrascosas… o en cualquier otro lugar.
No obstante, pasando por alto aspectos técnicos (y hay que recordar que se publicó en 1847), Cumbres borrascosas es una impresionante historia sobre el amor, la pasión y las consecuencias que ambos pueden tener sobre las vidas de las personas que los padecen. A diferencia de las novelas sentimentales de la época, en este libro la emoción amorosa se concibe como una fuerza destructora, un fuego interno que devora todo aquello que toca y que no deja incólume ni a amantes ni a allegados. La exaltación que somete a Heathcliff y a Catherine es rayana con la locura; no es un detalle banal el que la novela abunde en escenas atormentadas o que esté cuajada de adjetivos enfermizos. Sus encuentros adultos son siempre bruscos y están dominados por un ardor casi maníaco, una furia recíproca que sólo les mantiene separados por circunstancias sociales.
Es posible que una historia así no pudiera escribirse hoy en día precisamente por el cambio en la realidad social: aunque existan otros argumentos, la razón principal por la que Catherine aparta de sí a Heathcliff es por sus orígenes: por su falta de orígenes, en realidad, ya que nunca sabemos de dónde ha surgido (aunque las constantes referencias a su tez morena lo emparenten con gitanos; cuando no, como en algún momento se expresa, con demonios). Consciente de su pasión y del posible resultado fatal que puede acarrearle, Cathy decide casarse con Linton para proporcionarse a sí misma y a su descendencia un futuro honorable. Sin embargo, su ardor será mucho más fuerte de lo planeado y desembocará, como no podía ser de otra manera, en la autodestrucción. Ella misma es bien consciente de esto:
Mi amor por Linton es como el verde de los bosques. El tiempo hará que cambie, estoy segura, como el invierno cambia los árboles. Mi amor por Heathcliff se asemeja a las rocas eternas que sobresalen profundamente enterradas en la tierra: son motivo de escaso goce para quien las contempla, pero al mismo tiempo son necesarias. Nelly, ¡yo soy Heathcliff!
En esa identificación se resume el amor que ambos protagonistas sienten: al igual que la naturaleza es incognoscible cuando se desencadena, carente de propósito, el lazo que les une a ambos es eterno y oscuro. De hecho, esa relación que la autora establece entre los elementos naturales y los personajes humanos es un recurso bellísimo para mostrar, de forma indirecta, lo indómito de sus caracteres y lo violento de sus afectos. Mientras que Cumbres borrascosas (que será el futuro hogar de Heathcliff) es un caserón tosco y agreste, la Granja del Tordo es un paraje hermoso y sereno, luminoso y fértil. Y sin embargo ambos lugares pertenecen al mismo territorio y se comunican de manera constante, así como el hilo que conecta a los dos protagonistas permanece intacto aunque sus caracteres sean distintos.
Pese al tiempo, pese al estilo y pese a las voces narrativas, Cumbres borrascosas tiene esa fuerza de las grandes obras que se eleva por encima de cualquier minucia formal o histórica; la pasión, el amor y el orgullo son sentimientos imperecederos, aunque se muestren en su faceta más salvaje.

04 enero 2012

El Cabildo Insular de Gran Canaria edita los dos últimos tomos de narrativa de Galdós

El Cabildo de Gran Canaria acaba de editar los dos últimos tomos de la colección Arte, Naturaleza, Verdad. Novela, proyecto editorial que compila cronológicamente toda la narrativa de Benito Pérez Galdós. La publicación de los tomos número 23 y 24 coincide con el 92º aniversario de la muerte del escritor grancanario, que se conmemora hoy. Los citados tomos están disponibles en la Librería del Cabildo, situada en Cano, 24.Toda esta colección, coordinada por la catedrática emérita de la ULPGC Yolanda Arencibia, es un proyecto que se inició en el año 2005 a instancias del Cabildo grancanario, con el objetivo de "brindar al lector la posibilidad de conocer toda unidad armónica y coherente de las novelas galdosianas en las que el autor fue capaz de crear un magistral universo de ficción a lo largo de 60 años de escritura", según informó ayer la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, que dirige Larry Álvarez.El tomo 23, con prólogo del historiador Ángel Bahamonde, incluye los seis últimos Episodios Nacionales publicados por Galdós entre 1908 y 1912 en el contexto de la quinta serie, inconclusa, que reúne los títulos España sin rey; España trágica; Amadeo I; La Primera República; De Cartago a Sagunto y Cánovas. En esta etapa ofrece Benito Pérez Galdós una visión amarga de la España dividida y enfrentada en guerras fratricidas, aunque a partir del último episodio, Cánovas, el autor abandona la tarea de novelizar la historia. El tomo 24, prologado por la propia Yolanda Arencibia, corresponde a las novelas Casandra, El caballero encantado y La razón de la sinrazón, redactadas entre 1905 y 1915, en las que el escritor refleja su preocupación ético-social de siempre, aunque en este caso con herramientas como la estructura dialogada, la fantasía o el simbolismo que constituyen propuestas ideales o utópicas. Según el Cabildo, "nunca antes en Canarias la ingente obra de Galdós se había articulado en una edición como ésta".