26 noviembre 2011

Premio Nacional de Narrativa 2011

El pasado lunes se concedió el Premio Nacional de Narrativa 2011. El ganador ha sido Marcos Giralt Torrente, y lo ha conseguido con su obra titulada Tiempo de vida. Este galardón se concede a una obra de autor español escrita en cualquiera de las lenguas oficiales y editada en España durante 2010. Está dotado con veinte mil euros.

En Tiempo de vida, Marcos nos acerca a un tema universal la muerte del padre. Partiendo del dolor que esto le produce intenta contarnos la relación que tenía con él, sin eludir las zonas más oscuras, aunque tampoco regodeándose en ellas. Más bien es eso, un retrato fiel del tiempo que compartió con él, intentando que no sea ni un homenaje ni un ajuste de cuentas. El resultado de todo esto es un libro conmovedor y que sin duda no deja indiferente a nadie.
Marcos Giralt Torrente nació en el año 1968 en Madrid. Estudió filosofía e hizo su debut en la literatura con un libro de relatos, Entiéndame, que no es el único título de relatos que se encuentra en su bibliografía. Así, Nada sucede solo y Cuentos vagos completan su gusto por los cuentos. También es autor de otras novelas como Los seres felices o París, con la que consiguió el Premio Herralde de Novela.

25 noviembre 2011

Yo, el heredero en el Teatro Pérez Galdós

Una irónica y cáustica Yo, el heredero, del director, actor y escritor italiano Eduardo de Filippo, en la que se analiza la condición humana disfrazada algunas veces en tono de comedia y otras de drama, se representará hoy y mañana, a las 20.30 horas, en el teatro Pérez Galdós.

Dirigida por Francesco Saponaro, del Teatre Uniti-Napoli, la obra cuenta con un reparto formado por Ernesto Alterio, José Manuel Seda, Yoima Valdés, Mikele Urroz, Concha Cuetos, Rebeca Matellán, Fidel Almansa, José Luis Martínez, Abel Vitón y Beatrice Binotti. .

"La crisis actual ha puesto de relieve cómo los defectos del ser humano y sus problemas se repiten pese al paso de las generaciones", señaló Concha Cuetos durante la presentación. "Pese a ser una obra que data de 1942, la podía haber escrito esta mañana De Filippo", añadió ya que, ilustra el momento que estamos viviendo perfectamente, porque "habla mucho del dar, del recibir, de lo que es ser rico y lo que es ser pobre", siempre con las claves particulares de ironía y humanidad propias del Neorrealismo Italiano, movimiento en que se enmarca De Filippo.

Por su parte, Ernesto Alterio definió la obra "como un ejercicio teatral complejo y muy divertido con doce actores en escena" y destacó su cualidad de conectar desde una distancia temporal con varias generaciones debido a que los cineastas neorrealistas, que "tienen mucha humanidad" y "hablan de lo esencial del hombre". Alterio invitó a que los espectadores hicieran una reflexión tras ver la obra, ya que habla de "la importancia de mirar adentro de uno y preguntarse realmente cuál es el propio camino, más allá de todo el carnaval que le rodea".

La escenografía, de Andrea D'Odorico, está hecha de manera especial, ya que es una gran casa donde vive esta familia adinerada, pero no de una forma realista, sino que tiende a sugerir que a detallar. Alterio destacó que se trata de una obra que llega a todo tipo de público. "Llevó un mes y medio en el María Guerrero y tuvo la virtud de concretar con un abanico muy amplio de público. Desde el público popular, hasta el intelectual, o desde jóvenes adolescentes hasta de la tercera edad. Tiene que ver con la magia que tiene el autor para atrapar a todo el mundo", señaló.

20 noviembre 2011

El país del agua, de Graham Swift



Tom Crick, profesor de Historia de un colegio londinense, narra a sus alumnos en forma de cuento los orígenes y las peripecias de su familia, establecida en los pantanosos Fens ingleses. Así nos enteramos de los entresijos de la familia Crick, que se ve envuelta en los acontecimientos que suceden a su alrededor. Crimen, incesto, aborto, secuestro, suicidio son algunos de los pecados que de uno u otro modo tendrán que pagar.

Lectura absolutamente recomendable de esta novela, que está muy bien escrita y que resulta apasionante. Me ha entusiasmado. Fue llevada al cine actuando como protagonista Jeremy Irons.

19 noviembre 2011

Abre el ojo, de Rojas Zorrilla, en el Teatro Cuyás

Una trama de amores y desamores "típica del siglo XVII" que supone un nuevo reto en el catálogo de producciones que acumula 2RC Teatro Compañía de Repertorio. "Es la producción más coral que hemos hecho", en palabras del director Rafael Rodríguez, que una vez más pone en la escena su pasión por los textos clásicos.Con una carpintería escénica reducida a la mínima expresión y un reparto cien por cien canario en el que destacan Naira Gómez y Víctor Formoso, en los roles respectivos de Doña Clara y Don Clemente, junto a nombres de la escena canaria como Maikol Hernández, Yanet Sierra o Mingo Ruano, entre otras, la acción que Rojas Zorrilla ubicó en Madrid se traslada a Canarias. Con adaptación del texto a cargo de Yolanda Pallín, la versión "está hecha con delicadeza y simpatía porque no queríamos repetir el texto, sino buscar algunos referentes canarios", subraya Rodríguez sobre el guiño insular del montaje. La casa de los personajes principales y frontis único en el escenario del Cuyás, se sitúa en la calle Peregrina, "un lugar limpio y simple", entre referencias al carnaval capitalino, al de La Palma, y al de resto de Islas, a lugares como el Muelle de San Telmo, Arucas o La Isleta, con la iconografía siempre presente de Néstor de la Torre.Tras dos meses y medio de intensos ensayos y algunos flecos que restan por ajustar, la obra se estrena la próxima semana con funciones escolares a las 10.30 horas, y con el aforo ya completo, los días 25, 29 y 30 de noviembre, y el 1 y 2 de diciembre. Las funciones para el público en general serán los días 25 y 26 de noviembre y el 2 y 3 de diciembre, a las 20.30 horas. "Un gran vodevil" que la compañía grancanaria espera poner en el circuito peninsular el próximo año.


11 noviembre 2011

La colmena científica o El café de Negrín, Premio Nacional de Literatura Dramatizada 2011

El Premio Nacional de Literatura Dramatizada tiene este año aroma isleño: el galardón recayó ayer en el dramaturgo José Ramón Fernández por su obra La colmena científica o el café de Negrín. La pieza teatral, a cuya representación tuvimos la oportunidad de ir con los alumnos de 1º de Bachillerato del IES La Isleta en el teatro Cuyás en el mes de abril, rememora el ambiente del famoso Laboratorio de Fisiología (1916-1936) de Juan Negrín, con discípulos de tanta proyección como el futuro Premio Nobel Severo Ochoa.

José Ramón Fernández refleja en la obra una de las facetas más desconocidas del expresidente del gobierno de la II República, su etapa como catedrático, médico y científico. La historiografía ha dado más relevancia a su perfil político, mientras que el aspecto docente quedaba relegado. Negrín, tras estallar la I Guerra Mundial, regresa de Alemania con el objetivo de aceptar una invitación para trabajar como investigador en Estados Unidos. Ramón y Cajal lo convence para que se quede en Madrid y dirija uno de los laboratorios de la Residencia de Estudiantes, una de las piezas del proyecto de la Institución Libre de la Enseñanza.

El autor de Nina (Premio Lope de Vega 2003), Babilonia y La Tierra, entre otras obras, contextualiza La colmena científica o el café de Negrín en este periodo que arranca en 1916 y que decae con la incorporación del catedrático a las filas socialistas, compromiso que le lleva a abandonar cada vez más la ciencia. El texto premiado, estrenado en octubre del pasado año y dirigido por Ernesto Caballero, introduce al espectador en el ritual del café preparado por el ayudante de Negrín, el profesor Hernández Guerra, nacido en Tejeda. Alrededor del apreciado estimulante, tras ser pasado por el molinillo y calentado en la probeta, se congregaba la tertulia. La cita venía a ser una foto fija de la efervescencia cultural y científica que vivía España: allí se llegaron a reunir los jóvenes investigadores con científicos de la talla de madame Curie (de paso por Madrid), con pensadores como Unamuno, y en ocasiones con el poeta Lorca, para hablar de lo divino y lo humano. Había una retroalimentación entre las ideas científicas y humanísticas.

La colmena científica o el café de Negrín refleja la alegría y el optimismo de una sociedad que avanza. Su punto de partida, sin embargo, es el exilio de Negrín, que en 1946 se reencuentra con Severo Ochoa en Estados Unidos. El expresidente y el futuro Premio Nobel de Medicina se habían enemistado por el suspenso que cosechó el asturiano en un oposición a una cátedra en Santiago de Compostela. Negrín estaba en el tribunal y apostó por otro candidato con cuña. Así y todo, el estadista socialista facilita a Ochoa y a su esposa el salvoconducto para salir de un Madrid asediado por la guerra civil. Tras el fin de la II República, el maestro y el discípulo sellan su reconciliación y aprovechan para mandar una postal a otro compañero del Laboratorio, el investigador Del Corral, que había preferido quedarse en Madrid bajo la protección del franquismo. El gesto epistolar, ajeno a la contienda entre las dos Españas, se guarda en los archivos de la Fundación Juan Negrín.

La obra de José Ramón Fernández destaca, frente a su entorno más cercano, la necesidad de Negrín por encontrar un cruce entre el saber científico y el compromiso político. Parte de sus discípulos, pero sobre todo Severo Ochoa, no llegarían a entender del todo que Negrín relegase su brillantez científica en favor de la complejidad de la vida de partido. En cierta manera tenían razón, el catedrático fue absorbido por la fuerza motriz de los acontecimientos y también por la de las conspiraciones. La colmena científica o el café de Negrín penetra en la psicología negrinista.

09 noviembre 2011

Biblioteca Digital Ciudad Seva

Hemos añadido un nuevo enlace a nuestro blog: Biblioteca Digital Ciudad Seva, en el que podemos encontrar cuentos, novelas cortas, textos teatrales, ensayos y otro tipo de textos, anteriores a 1930. Es obra de Luis López Nieves, un escritor natural de Puerto Rico, que ha volcado en Internet muchísimos textos completos de la literatura universal. Absolutamente recomendable.

04 noviembre 2011

Falleció el poeta grancanario Manuel González Sosa

El pasado 25 de octubre fallecía en Las Palmas de Gran Canaria el poeta y crítico Manuel González Sosa. Nacido en Guía (Gran Canaria) en 1921, había desarrollado durante muchos años una extraordinaria labor de animación cultural, centrada tanto en el estudio y la difusión de algunos de los signos más relevantes de la creación poética en las islas -la del pasado y la del presente- como en la indagación de las relaciones que esos signos mantienen con la cultura española, europea y americana. Paralelamente, González Sosa escribió una obra poética cuya nota más distintiva fue acaso la interpretación del acto de vivir.
La juventud de Manuel González Sosa estuvo marcada por las duras condiciones de la posguerra: un largo, inacabable servicio militar en la isla de Fuerteventura, donde coincidió con el pintor Ángel Alonso, y un difícil, casi paradójico entusiasmo por la palabra poética. En Las Palmas estrechó una sólida amistad con algunos poetas, escritores y artistas (desde el pintor Antonio Padrón hasta la novelista Carmen Laforet) y pronto volcó ese entusiasmo en la creación de colecciones como San Borondón o La fuente que mana y corre, o suplementos culturales como Cartel de las Artes y las Letras, que publicaba el Diario de Las Palmas. Varias generaciones de poetas se estrenaron en esos medios, orientados por una personalidad intelectual al mismo tiempo generosa y apasionada, con una ilimitada capacidad para estimular jóvenes vocaciones y para ofrecer consejo. La historia cultural de las islas en estos últimos decenios habría sido, sin duda, mucho más pobre, ciertamente, sin él.
Como poeta, títulos como Sonetos andariegos (1967) o Contraluz italiana (1988), siempre en ediciones de tirada reducida, daban testimonio de una voz de dicción sobria, casi ascética. En 1992, González Sosa decidió publicar toda su obra poética en cinco entregas, bajo el título general de A pesar de los vientos, expresión tomada de Góngora ("Lee cuanto han impreso en tus arenas, / a pesar de los vientos, mis cadenas") que habla explícitamente de las angustiosas ataduras del vivir y de la conciencia, y de una decidida voluntad de testimonio. Pero también fue un crítico notable, aspecto en el que destaca Segunda luz (2006). En 1998, sus amigos publicaron un volumen de homenaje, Presencia de Manuel González Sosa, en el que se reconocía su generosa contribución al devenir de la cultura en una tierra concreta, en una concreta "morada vital".

A continuación reproducimos un poema suyo que a mí, particularmente, me emociona:


A mi abuelo, detrás de la vida


Yo a este lado del muro, y tú a la parte

de allá. ¿Cerca, lejano? Tú callado;

yo gritando en silencio y obstinado

negándome a cansarme de llamarte.


Habla. Susurra apenas. Da un vagido,

un golpe con tu puño, o un ligero

arañazo en la cal. Yo sólo quiero

tenues sospechas de que está tu oído


pegado a la pared, como está el mío

sorbiendo tu callar. No he de pedirte

entero tu secreto: si es desierto


o mar, o senda, o cima, o bosque umbrío,

lo que se ve después. Quiero sentirte

para saber si ahí se está despierto.